La línea de frente de la actual guerra de principios, la línea de fractura se encuentra en el aborto y la eutanasia, (también homosexualidad, familia, matrimonio…) Están en cuestión las fronteras de la vida, la puerta de entrada y salida al mundo, los dos momentos en que los que el ser humano linda directamente con Dios: el feto y el moribundo. Estamos poniendo en cuestión, nada más y nada menos, que las fuentes de la vida.
Hagamos un esfuerzo de anticipación: se nos empiezan presentando a través de los medios de comunicación, casos extremos. La persona que lleva sufriendo 20 años en una cama y que desea acabar con sus sufrimientos, la eutanasia aparece como una práctica piadosa y “buenista”, luego se apoya con material artístico de calidad (Mar adentro), cuando la gente sale de ver la película, sale impactada… –hay que aprobar la ley sobre la eutanasia, no hay derecho, cada uno tiene derecho sobre su vida…- comentamos. Nos rebelamos contra el autor de la vida, queremos ser nuestros propios dueños, tenemos “derecho” a decidir… Por fin se aprobará la ley de la eutanasia y entonces los mass media poco a poco irán bajando el volumen, la frecuencia, la intensidad de las noticias sobre este tema y se pondrán con otro tema de actualidad. Imaginemos también que la crisis económica va tomando cada vez un cariz más preocupante, no hay dinero, el estado está ahogado. Además como los españoles hemos querido vivir cómodamente no hemos querido “cargarnos” de hijos* y la población anciana en España es cada vez mayor, hay montones de personas que superan los 90 años que necesitan onerosos cuidados y una atención de los familiares muy difícil porque tienen que trabajar para pagar la hipoteca. Poco a poco el estado necesita dinero y lo retira de los fondos dedicados a cuidar de estos viejecitos, un gasto que ahora deberán asumir las familias… A esto se le suma que la herencia que pudieran legar estos ancianos a sus sucesores se gasta en los cuidados sanitarios… No hace falta ser muy imaginativo para descubrir lo que va a pasar con estas personas mayoras, ¡con qué facilidad van a decidir muchas familias que el abuelo con el alzheimer, la sonda y con sus ahorros en el banco tiene que dejar de “sufrir”!
Algo parecido ha pasado ya con el aborto, yo era pequeño cuando se discutía la aprobación de la Ley, se decía que solo se permitiría en casos extremos: violación de menores, peligro para la salud de la madre, nunca más allá de las primeras semanas. Se decía que la situación suponía una injusticia social, ya que hasta ese momento solo tenían la posibilidad de abortar las personas adineradas que podían viajar a Londres y eso era un agravio comparativo con las que no tenían esos medios económicos… Resultado real de todo esto: más de 115.000 abortos en el año 2007 y con una tendencia a subir que no ha parado desde la despenalización. No me voy a entretener en daros detalles escalofriantes como el porcentaje de mujeres que han abortado por quinta o sexta vez… (podéis ver el vídeo DURA REALIDAD en el enlace de la derecha). También nos quieren convencer para que pensemos en el aborto como “derecho” cuando antes se habló de “despenalización”, parece una cuestión de matiz pero las palabras tienen mucha importancia sobre todo cuando se utilizan para redactar leyes.
En conclusión deciros que nos jugamos cosas muy importantes, no dejemos pasar la ocasión de expresar nuestra opinión. No os equivoquéis, esto no solo corresponde a los católicos, hay muchos agnósticos o ateos que no están a favor de eutanasia y aborto. Debemos trabajar para oponernos a ello respetando a los demás, dando argumentos y siendo firmes en nuestros principios, solo así podremos solucionar las cosas.
*Si a todos los niños abortados en los últimos años se les hubiera permitido vivir seguro que no existiría este desequilibrio.