Os recomiendo la lectura del último libro de esta autora, si bien literariamente no es una joya, si lo es en cambio por el valor del testimonio… pero prefiero que sea la propia autora la que os recomiende la lectura…
http://www.youtube.com/watch?v=lgFSj-k4ovg
Mes: agosto 2009
SOR EMMANUEL MAILLARD VISITA ESPAÑA EN SEPTIEMBRE

Sor Emmanuel Maillard
En Septiembre viene a España Sor Emmanuel Maillard, un excepcional testigo de todo lo que está ocurriendo en Medjugorje. El año pasado estuve presente en la conferencia que dio en Madrid. Escuchar en directo a esta mujer supuso para mí una experiencia inolvidable y muy positiva. Os aconsejo con la mayor fuerza que hagáis lo posible para ir a verla este año… Os paso aquí las fechas y los lugares de España que va a visitar…
NO OS LO PERDÁIS…
Visitará España entre el 9 y el 14 de septiembre de 2009
He aquí el programa, no te pierdas sus conferencias
CÓRDOBA
9 Septiembre 2009 / 20.00 horas Eucaristía, 20:30 Conferencia
Parroquia de el Salvador Santo Domingo de Silos (la Compañia)
Plaza de la Compañía
T. 649 170 946 / 957 408812
MADRID
10 Septiembre 2009 / 19.30 horas
Basílica de Nuestra Señora de la Merced
c/ General Moscardó, 23 esquina c/ Basílica (metro línea 6, Nuevos Ministerios)
19.30 h. Exposición del Santísimo, Rezo del Santo Rosario / 20.00 h. Eucaristía / 20.30 h. Conferencia
Presentación: Rafa Lozano, Vicepresidente del Foro de las Familias
T. 617 391 047 / 609 154 339
VITORIA
11 Septiembre 2009 / 18.30 horas
Monasterio de la Visitación de Santa María (Religiosas Salesas)
Paseo de la Universidad, 15 (con párquing)
T. 945 231 547
ZARAGOZA
12 Septiembre 2009 / 11.00 horas
Parroquia de San Braulio
c/ Corona de Aragón, 37
T. 976 312 068
CALATAYUD
12 Septiembre 2009 / 19.00 horas
Hermanas de la Caridad de Santa Ana
c/ Madre Ráfols, 2
T. 629 792 849
BARCELONA
13 Septiembre 2009 / 17.30 horas
Parroquia Santa María de Jesús de Gracia
c/ Gràcia, 5 (Perpendicular a Gran de Gràcia subiendo los jardinets de Paseo de Gracia pasado Diagonal)
Metro / línea verde: Diagonal / FFCC: Provenza
T. 676 059 594 / 629 792 849
TARRAGONA
14 Septiembre 2009 / 11.30 horas
Convento Carmelitas Misioneras Teresianas
Av. Estanislau Figueres, 31
T. 676 059 594
Sor Emmanuel Maillard nació en Francia en 1947.
Estudió teología con el Cardenal Danielou.
Se graduó en la Universidad de la Sorbona, París.
En 1976 entró en la Comunidad de las Bienaventuranzas.
Vive en Medjugorje desde 1989.
LOS INDIOS CHEROKEE, EL PASO DE LA NIÑEZ A LA ADULTEZ.

Indio Cherokee
¿ Conoces la leyenda del rito del paso de la juventud a la adultez de los indios cherokee?…
El ritual se basa en que el padre lleva al hijo al bosque, con los ojos vendados y lo deja solo.
El hijo tiene la obligación de sentarse en un tronco toda la noche
sin quitarse la venda hasta, que los rayos del sol brillen a través
de la mañana. No puede pedir auxilio a nadie. Una vez que aguanta la noche, ya se ha convertido en hombre.
El hijo no puede hablar con nadie acerca de esta
experiencia, debido a que cada chico debe entrar en la
masculinidad por su cuenta, de una manera totalmente individual.
El niño esta naturalmente aterrorizado. Puede oír toda clase de
ruidos: bestias salvajes que rondan a su alrededor, quizás algún
humano que podría hacerle daño.
Escucha el viento soplar y la hierba crujir, sentado estoicamente
en el tronco, sin quitarse la venda, ya que es la única manera en
que podrá llegar a ser un hombre.
Por último, después de una horrible y larga noche, el sol aparece y al
quitarse la venda, es cuando el niño descubre que su padre,
sentado junto a él, ha velado toda la noche para salvaguardarlo de todos los peligros.
Es una bonita metáfora de lo que experimentamos en esta vida, mientras estamos en medio de los problemas y oscuridades de la vida no percibimos que Dios nunca nos abandona, sólo cuando se descorra el velo final es cuándo podremos ver a Dios cara a cara.
VIDA DE LA VIRGEN MARIA X Y XI

MISTERIO DE LA CONCEPCION DE MARIA Y SOR MARIA JESUS DE AGREDA
X Imágenes de la Inmaculada Concepción
Vi salir de la tierra una hermosa columna como el tallo de una flor. A semejanza del cáliz de una flor o la cabeza de la amapola que surgen de un pedúnculo, así salía de la columna una iglesia octogonal, resplandeciente, que permaneció firme sobre la columna. Esta subía hasta el centro de la iglesia como un pequeño árbol, cuyas ramas, divididas con regularidad, llevaban las figuras de la familia de la Santísima Virgen, las cuales, en esta representación de la fiesta, eran objeto de veneración particular. Estaban como sobre los estambres de una flor.
Santa Ana estaba colocada entre Joaquín y otro, quizás su padre. Debajo del pecho de Santa Ana vi una cavidad luminosa, como un cáliz y en ella la figura de un niño resplandeciente que se desarrollaba y crecía. Sus manitas estaban cruzadas sobre el pecho; de su cabecita inclinada partían infinidad de rayos que se dirigían hacia una parte del mundo. Me parece que no era en todas direcciones. Sobre otras ramas circundantes había varias figuras vueltas hacia el centro en actitud respetuosa.
En la iglesia vi un número infinito de santos en fila, rodeándola o formando coros, que se inclinaban, a rezar, hacia la Santa Madre. Se exteriorizaba el fervor más dulce y notábase una íntima unión en esta fiesta, que sólo podría compararse a la de un cantero de flores muy variadas, que agitadas por el aura suave girasen hacia el sol, como para ofrecer sus fragancias y sus colores al astro del cual recibían sus propios dones y su propia vida. Por encima de este cuadro simbólico de la festividad de la Inmaculada Concepción, se alzó el pequeño árbol luminoso con un nuevo vástago en la extremidad, y en esta segunda corona de ramas pude contemplar la celebración de una segunda etapa de la fiesta.
Aquí María y José estaban hincados de rodillas y algo más abajo, delante de ellos, Santa Ana. Todos adoraban al Niño Jesús, sentado, con el globo del reino en la mano, en lo más alto del tallo, rodeado de un resplandor maravilloso. En torno de este cuadro veíanse a corta distancia varios coros: los de los Reyes Magos, de los pastores, de los apóstoles y discípulos, mientras otros santos formaban círculos algo más alejados del centro. Observé en las alturas algunas formas más difusas: los coros celestiales. Más alto aún, el brillo como de un medio sol penetraba atravesando la cúpula de la iglesia. Parecía indicar este segundo cuadro la proximidad de la fiesta de la Natividad que sigue a la Inmaculada Concepción. Cuando apareció el primer cuadro me pareció hallarme fuera de la iglesia, bajo la columna, en un país circundante; después me encontré dentro de ella.
Vi a la pequeña María creciendo en el espacio luminoso, debajo del corazón de Santa Ana. Me sentía penetrada de la íntima convicción de la ausencia absoluta de toda mancha original en la Concepción de María. Leí esto con toda claridad como se lee un libro y lo comprendí entonces perfectamente. Me fue dicho que en otros tiempos hubo en este lugar una iglesia levantada en memoria de esta gracia inestimable otorgada por Dios; pero que fue entregada a la destrucción a causa precisamente de las muchas disputas y escándalos que se suscitaron a raíz de las controversias acerca de la Inmaculada Concepción de María. Entendí también estas palabras: “En cada visión permanece un misterio hasta que se haya realizado”. La Iglesia triunfante sigue celebrando allí mismo la fiesta de la Inmaculada Concepción.

INMACULADA Juan de Juanes 1568
XI Misterios de la vida de María
A menudo oí a María contar a algunas mujeres de su confianza, Juana Chusa y Susana de Jerusalén, diferentes misterios relativos a Nuestro Señor y a Ella misma, que sabía por iluminación interior del cielo o por lo que le había narrado Santa Ana. Le oí decir a Susana y a Marta que durante el tiempo que llevaba a Jesús en su seno jamás había sentido el más pequeño sufrimiento, sino un continuo regocijo y felicidad indecible.
Contaba que Joaquín y Ana se habían encontrado bajo la Puerta Dorada (del Templo) en una hora también dorada; que en aquel sitio habían recibido la plenitud de la Gracia divina, en virtud de la cual, Ella sola había recibido la existencia en el seno de su madre por efecto de la santa obediencia y del puro amor de Dios, sin mezcla de impureza alguna. Les hacía comprender también que, sin el pecado original, la concepción de todos los hombres hubiera sido igualmente pura.
Vi enseguida de nuevo todo lo relacionado con la gracia acordada a los padres de María, desde la aparición del ángel hasta su encuentro bajo la Puerta Dorada. Bajo ella he visto a Joaquín y a Ana rodeados de una multitud de ángeles que resplandecían con luz celestial. También ellos eran luminosos y puros, casi como espíritus. Hallábanse en el estado sobrenatural en que ninguna pareja humana se hubo hallado antes.
Creo que era bajo la Puerta Dorada donde tenían lugar las pruebas y ceremonias de la absolución para las mujeres acusadas de adulterio, así como otras expiaciones. Debajo del templo había cinco pasajes subterráneos de esa clase y existía además otro, bajo el lugar donde habitaban las vírgenes. Estos pasajes servían para ciertas expiaciones. Ignoro si otras personas pasaron por este camino antes que Joaquín y Ana; pero fue este un caso muy raro. No recuerdo si lo usaban para los sacrificios que se ofrecían por las personas estériles; pero sé que en esta circunstancia les fue ordenado a los sacerdotes disponer las cosas en la forma sucedida.
VIDA DE LA VIRGEN MARIA VIII Y IX

Inmaculada Concepción
VIII
El misterio de la Inmaculada Concepción
Vi la tierra de Palestina reseca por falta de lluvia y a Elías subiendo con dos servidores al monte Carmelo; al principio, a lo largo de la ladera; luego sobre escalones, hasta una terraza, y después de nuevo sobre escalones en una planicie con una colina que tenía una cueva hasta la cual llegó. Dejó a sus servidores sobre la ladera de la planicie para que mirasen al mar de Galilea, que aparecía casi seco, con honduras, pantanos y hoyos llenos de peces y animales muertos. Elías se inclinó sobre sí hasta poner su cabeza sobre las rodillas, se cubrió y clamó con fuerza a Dios. Por siete veces llamó a sus siervos, preguntándoles si no veían alguna nube levantarse sobre el mar. Finalmente vi que en medio del mar se levantaba una nubecilla blanca, de la cual salió otra nube negra, dentro de la cual había una figura blanca; se agrandó y en lo alto se abrió ampliamente.
Mientras la nube se levantaba, vio Elías dentro de ella la figura de una Virgen luminosa. Su cabeza estaba coronada de rayos, los brazos levantados en forma de cruz, en una mano una corona de victoria y el largo vestido estaba como sujeto bajo los pies. Parecía que flotaba y se extendía sobre la tierra de Palestina.
Elías reconoció cuatro misterios de la Virgen Inmaculada que debía venir en la séptima época del mundo y de qué estirpe debía venir; vio también a un lado del mar un árbol pequeño y ancho, y al otro, uno muy grande, el cual echaba sus ramas superiores en el árbol pequeño. Observé que la nube se dividía. En ciertos lugares santificados, donde habitaban hombres justos que aspiraban a la salvación, dejaba la nube como blancos torbellinos de rocío, que tenían en los bordes todos los colores del arco iris, y vi concentrarse en ellos la bendición, como para formar una perla entro de su concha. Fuéme explicado que era ésta una figura profética y que en los lugares bendecidos donde la nube había dejado caer los torbellinos hubo cooperación real en la manifestación de la Santísima Virgen. Vi enseguida un sueño profético, en el cual, durante la ascensión de la nube, conoció Elías muchos misterios relativos a la Santísima Virgen.
Desgraciadamente, en medio de tantas cosas que me perturban y me distraen, he olvidado los detalles, como también otras muchas cosas. Supo Elías que María debía nacer en la séptima edad del mundo; por esto llamó siete veces a su servidor. Otra vez pude ver a Elías que ensanchaba la gruta sobre la cual había orado y establecer una organización más perfecta entre los hijos de los profetas. Algunos de ellos rezaban habitualmente en esta gruta para pedir la venida de la Santísima Virgen, honrándola desde antes de su nacimiento. Esta devoción se perpetuó sin interrupción, subsistió gracias a los esenios, cuando estaba ya sobre la tierra, y fue observada más tarde por algunos ermitaños, de los cuales salieron finalmente los religiosos del Carmelo.
Elías, por medio de su oración, había dirigido las nubes de agua según internas inspiraciones: de otro modo se hubiera originado un torrente devastador en lugar de lluvia benéfica. Observé como las nubes enviaron primero el rocío; caían en blancas líneas, formaban torbellinos con los colores del arco iris en los bordes, y finalmente caían en gotas de lluvia. Reconocí en esto una relación con el maná del desierto, que por la mañana aparecía rojizo y denso cubriendo el suelo como una piel que se podía extender. Estos torbellinos corrían a lo largo del Jordán, y no caían en todas partes, sino en ciertos lugares, como en Salén, donde Juan debía más tarde bautizar. Pregunté qué significaban los bordes rojizos, y se me dio la explicación de la concha del mar, que tiene también estos multicolores bordes, que expuesta al sol absorbe los colores y purificada de colores se va formando en su centro la madreperla blanca y pura.
No puedo explicar mejor todo esto; pero se me dio a entender que ese rocío y esa lluvia significaba mucho más de lo que podía ser considerándolo sólo un refrescamiento de la tierra sedienta. Entendí que sin ese rocío la venida de María se hubiese retardado cien años, mientras las descendencias que se nutren de los frutos de la tierra, y se ennoblecen por el aplacamiento y la bendición del suelo, realzasen de nuevo esas descendencias recibiendo la carne la bendición de la pura propagación. La figura de la madreperla se refería a María y a Jesús. Además de la aridez de la tierra por falta de lluvia, observé la esterilidad de los hombres, y cómo los rayos del rocío caían de descendencia en descendencia, hasta la substancia de María. No puedo decirlo mejor. A veces presentábanse sobre los bordes multicolores una o varias perlas en forma de rostro humano que parecía derramar un espíritu que volvía luego a brotar con los demás.

Rafael y Tobías
IX
Anuncio del Mesías
He visto que por la gran misericordia de Dios se anunció a los paganos piadosos de esa época que el Mesías debía nacer de una Virgen en Judea. Esto sucedió en Caldea, donde había astrólogos, que tenían visiones de una figura en los astros o en mitad del cielo; estos astrólogos profetizaban luego todo lo que veían. También en Egipto he visto anuncios de la futura salud. Le fue mandado a Elías que reuniera a varias piadosas familias dispersar en el Norte, Oriente y Mediodía y las llevase a Judea. Elías envió a tres discípulos de los profetas, que reconoció aptos para dicho objeto, por una señal que le dio el mismo Dios a Elías. Necesitaba gente muy segura, porque era una empresa ardua y arriesgada. Uno de ellos fue al Norte, otro al Oriente y el tercero al Mediodía. Este camino lo llevaba a Egipto por un camino peligroso para los israelitas. Lo he visto en el mismo camino cuando huyó a Egipto la Sagrada Familia, y luego en la ciudad de Heliópolis. En un valle había un gran templo, rodeado de muchos edificios, y él llegó allí a tiempo que se prestaba adoración a un buey vivo. De estos animales había varias figuras en el templo, junto a otros ídolos. Se sacrificaban al ídolo niños que habían nacido deformes.
Como el profeta pasara por allí, lo detuvieron y lo llevaron delante de los sacerdotes. Por suerte éstos eran, en general, muy curiosos de novedades: de otro modo lo habrían matado. Le preguntaron de dónde era, y él les contestó claramente que nacería una Virgen de la cual vendría la salud el mundo; que entonces todos sus ídolos caerían por tierra deshechos. Se maravillaron de lo que les decía, se conmovieron y lo dejaron marchar. Después se reunieron en consejo e hicieron la figura de una Virgen, que pendieron en medio de su templo, extendida en el aire como si planeara. La imagen tenía un peinado semejante al de sus ídolos, de los cuales gran número habían sido puestos en fila. Tenía busto de mujer y el resto era semejante al león.
La imagen de la Virgen que hicieron los egipcios llevaba en la cabeza un pequeño vaso, bastante hondo, parecido al que usaban para medir las frutas; los brazos hasta el codo estaban pegados a lo largo del cuerpo, separándose de él y extendiéndose al alzarse. La imagen tenía algunas espigas de trigo en las manos; tenía tres senos, uno mayor en el centro y otros pequeños más abajo a cada lado. La parte inferior del cuerpo estaba envuelto en largo ropaje; de los pies, pequeños y muy finos, colgaban algo así como borlas. De los dos hombros se alzaban hermosas plumas en forma de rayos, que parecían alas y que eran como dos peines estrechamente unidos entre sí. Tenía otras plumas cruzadas a lo ancho de las caderas, replegadas hacia arriba por la mitad del cuerpo. El vestido no tenía pliegues. Honraron a esta imagen y le ofrecieron sacrificios, rogándole que no destruyera a su buey Apis ni a las demás deidades. Por otra parte, perseveraron en todas las abominaciones de su culto idólatra, empezando, sin embargo, desde ese momento a invocar a la Virgen de la cual habían hecho la imagen, según creo, de acuerdo con diversas indicaciones tomadas del relato del profeta y tratando de reproducir la figura vista por Elías.
He visto cuadros de la historia de Tobías y del casamiento del joven Tobías, por intermedio del ángel, y supe que había allí una figura de Santa Ana y de su historia. El viejo Tobías representaba a la raza piadosa de los judíos que esperaban al Mesías. El haberse puesto ciego significaba que no debía tener más hijos y que debía entregarse más a la meditación y a la oración. Las molestias que le ocasionaba su mujer con sus quejas significaban las formas vacías de los fariseos y doctores de la ley. La paloma era una indicación de la primavera cercana y de la salud venidera.
La ceguera indicaba la espera ansiosa de la redención y la ignorancia del lugar de su advenimiento. El ángel dijo verdad al afirmar que era Azarías, hijo de Ananías, pues estas palabras significaban más o menos: la ayuda de Dios que viene de la nube de Dios. El ángel era la conducción de las descendencias y la conservación y dirección de la bendición misteriosa, hasta su cumplimiento en la Concepción Inmaculada de María. Las oraciones del viejo Tobías y de Sara, llevadas ante el trono de Dios por los ángeles, por haber sido escuchadas, significaban los clamores y deseos de los piadosos israelitas y de las hijas de Sión, pidiendo la venida de la Redención, y también el clamor de Joaquín y de Ana para conseguir la hija de la promesa.
La ceguera de Tobías y la murmuración de su mujer indicaban también el desprecio que se hizo a Joaquín al rechazarle su sacrificio. Los siete pretendientes de Sara muertos, significaban aquéllos antepasados de María y la salud, como asimismo los pretendientes que Ana tuvo que rechazar antes de Joaquín. El desprecio de la criada de Sara indicaba el desprecio de los paganos y de los incrédulos judíos, ante la venida del Mesías, que llevaba a los buenos a rezar. También expresaba el desprecio de la criada de Ana, que movió a ésta a rezar con más fervor hasta que fue oída su petición. El pez que pretendía devorar a Tobías significaba la larga esterilidad de Ana; el corte del hígado, la bilis y el corazón del pez expresaban la mortificación y las buenas obras. El cabrito que la mujer de Tobías había traído a casa en pago de su trabajo, era realmente hurtado, que los hombres le dieron por bueno y pagado barato. Tobías conocía a esta gente y lo sabía, y fue por esto reprochado. Tenía también la significación de los desprecios que sufrían los buenos judíos y esenios de parte de los fariseos y judíos formulistas y otras que no recuerdo. La hiel con la cual el ciego Tobías recobró la vista indicaba la mortificación y la penitencia, por las cuales los judíos elegidos llegaban al conocimiento de la salud y Redención. Indicaba además la entrada de la luz en la oscuridad, por medio de la amarga pasión de Jesucristo, desde su niñez.
AIDO… no AIDOs como ella.

Ilustración para la Guía dirijida a niñas de 9 años en adelante...
Sobre lo último de la Aído, os paso un enlace especialmente para aquellos que no os creéis algunas barbaridades que se están perpetrando en nuestras escuelas. Merece un minuto de reflexión.
CAAMAÑO MINISTRO Y MASÓN…
Cuando nombraron ministro de justicia al Sr. Caamaño algunos medios señalaron su condición de masón. En un principio nada de especial debería tener la vida privada de cualquier español que llega a un cargo de responsabilidad en la administración. Debería dar lo mismo que perteneciera a los Boys Scouts, la Asociación de Amigos del Burro o a la Cofradía de la Virgen del Amor Hermoso… el problema viene cuando constatamos que todas y cada una de las medidas que va proponiendo y adoptando se adhieren totalmente al corpus programático de la masonería. Así, en un ministerio con unos problemas tan acuciantes como la absoluta sobrecarga de trabajo en los juzgados, el Sr. Caamaño se dedica a temas como abrogar a favor del aborto (ninguneando el derecho a la objeción de conciencia de los médicos) y la retirada de los símbolos religiosos de la escuela pública.
La realidad da cada vez más la razón a los denominados “conspiranoicos” va a resultar que no son tan paranoicos como creíamos.
Si quieres leer algo sobre la masonería, en este blog publiqué una entrevista a un ex masón la mar de interesante.
VIDA DE LA VIRGEN MARIA VI Y VII

Abrazo místico entre San Joaquín y Santa Ana
VI
Joaquín recibe el misterio del Arca de la Alianza
Tomó el ángel, sin abrir la puerta del Arca, algo de dentro. Era el misterio del Arca de la Alianza, el sacramento de la Encarnación, de la Inmaculada
Concepción, el cumplimiento y la culminación de la bendición de Abraham. He visto como un cuerpo luminoso este misterio del Arca. El ángel ungió o bendijo con la punta del pulgar y del índice la frente de Joaquín; luego pasó el cuerpo luminoso bajo el vestido de Joaquín, desde donde, no sé decir cómo, penetró dentro de él mismo. También le dio a beber algo de un vaso o cáliz brillante que sostenía por debajo con sus dos dedos. Este cáliz tenía la forma del cáliz de la Última Cena, pero sin pie, y Joaquín debió conservarlo para sí y llevarlo a su casa. Entendí que el ángel le mandó a Joaquín que conservase el misterio, y entendí, entonces, por qué Zacarías, padre del Bautista, quedó mudo después de haber recibido la bendición y la promesa de tener hijo de Isabel, bendición y promesa que venían del misterio del Arca de la Alianza. Sólo más tarde fue echado en menos el misterio del Arca por los sacerdotes del templo. Desde entonces se extraviaron del todo y se volvieron farisaicos.
El ángel sacó a Joaquín del Sancta Sanctorum y desapareció. Joaquín permaneció tendido en el suelo rígido y sin conocimiento. Vi que luego llegaron los sacerdotes y sacaron de allí reverentemente a Joaquín y lo sentaron en un sillón, sobre unas gradas, que sólo usaban los sacerdotes. El sillón era cómodo y forrado en el asiento, semejante a las sillas que usaba Magdalena en sus tiempos de lujo. Los sacerdotes le echaron agua en la cara y le pusieron delante de la nariz algo o le dieron alguna cosa para tomar; en una palabra, lo trataron como a uno que se ha desmayado. Con todo, he visto que Joaquín quedó, después de lo recibido por el ángel, todo luminoso, más joven y rozagante.
VII
Encuentro de Joaquín y Ana
Joaquín fue guiado por los sacerdotes hasta la puerta del pasillo subterráneo, que corría debajo del templo y de la puerta derecha. Era éste un camino que se usaba en algunos casos para limpieza, reconciliación o perdón. Los sacerdotes dejaron a Joaquín en la puerta, delante de un corredor angosto al comienzo, que luego se ensanchaba y bajaba insensiblemente. Había allí columnas forradas con hojas de árboles y vides y brillaban los adornos de oro en las paredes iluminadas por una luz que venía de lo alto.
Joaquín había andado una tercera parte del camino, cuando vino a su encuentro Ana, en el lugar del corredor, debajo de la puerta dorada donde había una columna en forma de palmera con hojas caídas y frutos. Ana había sido conducida por los sacerdotes a través de una entrada que había del otro lado del subterráneo. Ella les había dado con su criada las palomas para el sacrificio, en unos cestos que había abierto y presentado a los sacerdotes, conforme le había mandado el ángel. Había sido conducida hasta allí en compañía de otras mujeres, entre ellas, la profetisa Ana.
He visto que cuando se abrazaban Joaquín y Ana, estaban en éxtasis. Estaban rodeados de numerosos ángeles que flotaban sobre ellos, sosteniendo una torre luminosa y recordando la torre de marfil, la torre de David y otros títulos de las letanías lauretanas. Desapareció la torre entre Joaquín y Ana: ambos estaban llenos de gloria y resplandor. Al mismo tiempo, el cielo se abrió sobre ellos y vi la alegría de los ángeles y de la Santísima Trinidad y la relación de todo esto con la Concepción de María Santísima.
Cuando se abrazaron, rodeados por el resplandor, entendí que era la Concepción de María en ese instante, y que María fue concebida como hubiera sido la concepción de todos sin el pecado original. Joaquín y Ana caminaban así, alabando a Dios, hasta la salida. Llegaron a una arcada grande, como una capilla donde ardían lámparas, y salieron afuera. Aquí fueron recibidos por los sacerdotes, que los despidieron.
El templo estaba abierto y adornado con hojas y frutos. El culto se realizaba bajo el cielo, al aire libre. En cierto lugar había ocho columnas aisladas adornadas con ramajes. Joaquín y Ana llegaron a una salida abierta al borde extremo de la montaña del templo, frente al valle de Josafat. No era posible ir más lejos en esa dirección, pues el camino doblaba a derecha e izquierda. Hicieron todavía una visita a un sacerdote y luego los vi con su gente dirigirse a su casa.
Una vez llegado a Nazaret, Joaquín dio un banquete de regocijo, sirvió a muchos pobres y repartió grandes limosnas. Vi el júbilo y el fervor de los esposos y su agradecimiento a Dios, pensando en su misericordia hacia ellos; observélos a menudo orando juntos, con los ojos bañados en lágrimas. Se me explicó en esta ocasión que los padres de la Santísima Virgen la engendraron en una pureza perfecta, por el efecto de la obediencia. Si no hubiera sido con el fin de obedecer a Dios, habrían guardado perpetua continencia.
Comprendí, al mismo tiempo, cómo la pureza, la castidad, la reserva de los
padres y su lucha contra el vicio impuro tiene incalculable influencia sobre la santidad de los hijos engendrados. En general, siempre vi en la incontinencia y en el exceso, la raíz del desorden y del pecado.
Vi también que mucha gente se congratulaba con Joaquín por haber sido recibida su ofrenda en el templo. Después de cuatro meses y medio, menos tres días, de haber concebido Ana bajo la puerta dorada, vi que María era hecha tan hermosa por voluntad de Dios. Vi cómo Dios mostraba a los ángeles la belleza de esa alma y cómo ellos sintieron por ello inexplicable alegría. He visto también, en ese momento, cómo María se movió sensiblemente por primera vez dentro del seno materno. Ana se levantó al punto y se lo comunicó a Joaquín; luego salió a rezar bajo aquel árbol debajo del cual le había sino anunciada la Concepción Inmaculada.
Entrevista a DANIEL ESTULIN.
Para los no iniciados Daniel Estulin es un investigador-escritor que se ha propuesto desvelar las decisiones ocultas que los superpoderosos secretos decretan para gobernar el mundo. Sobre todo se dedica a investigar al Club Bildelberg, ha escrito varios libros sobre el tema y esta es su última entrevista. Aunque solo sea verdad un 10% de lo que cuenta, es para abrocharse bien los cinturones que vienen curvas. Un saludo.
Desde Rusia hasta su retiro en algún lugar de Cádiz. En sus libros (2,5 millones vendidos), el planeta es un cortijo para poderosos que están por encima del orden mundial conocido.
10 Agosto 09 – Paco REYERO – LA RAZÓN
«Ahora mismo me estoy tocandou los huevos de verdá, tío, porque en unass semanass saldrá mi próximo ‘librou’, una mezcla de ficción y ‘realidá’, al estilo de John Le Carré. La editorial me advirtió de la magnitud del mater(r)ial y me llevó hasta la novela; ahí se dicen cosas muy fue(r)tes, como en el resto de mis libros: datos reales que no es bueno que pasen por ensayo por las rep(r)esalias a las que nos exponemos. He sido perseguido y «estos tíos» me han querido matar pero está por encima de mí como individuo, denunciar que hay grupos de poder absoluto que actúan en la sombra, manejando el planeta. Podría haberme estado quieto pero, al final, piensas que entre hacer tu deber y estar rico hay poca diferencia. En vez de un utilitario puedes tener una escudería; una mansión en vez de una casa y un ‘ha-rem’ en vez de una sola mujer. En todo eso no hay nada realmente importante. Sé que es difícil de creer que Zapatero, Obama y su puta madre no pintan nada y que hay una complot de los verdaderos amos del mundo para disminuir la población mundial, pero es que realmente es así. Somos seis mil millones de personas y el próximo escalón se situará en torno a los diez mil millones. Con la energía atómica se podría sostener esta población mundial, pero ellos no lo quieren permitir. ¿Quién morirá? Obviamente tú y yo moriremos; Rockefeller, no. Ellos quieren que haya entre dos y tres mil millones de personas. No más. Este objetivo estaba contemplado ya en papeles desclasificados de Estados Unidos, durante el gobierno de Nixon. Y la crisis mundial que se aproxima para los siguientes cuatro o cinco meses va a ser devastadora. Lo veremos a partir de octubre. Todo está quebrado, los grandes bancos financieros de Estados Unidos, que aún no han sido enter(r)adosss, son auténticoss mue(r)tos vivientes a la espera de la tumba. No me gusta dar consejos, pero el dinero de papel no valdrá nada, menos que un rollo de papel del váter, tío, y sé lo que digo. El único valor refugio, como siempre lo ha sido, es comprar lingotes de oro puro. A lo largo de la Historia, vemos que siempre ha sido así. Los poderosos tienen poca liquidez, la justa. Son ricos en oro. Y la gripe que nos amenaza también está pensada en este sentido. Hace tiempo que se encontraron documentos de Zurich en los que ya se advertía de la propagación de este virus, estábamos en el año 96. De eso hace ya casi trece años. Te toman por loco y luego todo encaja. Me empecé a interesar por estos temas al coincidir casualmente con un compañero de mi abuelo, que era coronel de l KGB. Este hombre me advirtió que en el año 95, Quebec que(r)ría independizarse de Canadá. Pensé que estaba flipado, un loco más. A los tres años sucedió, tal y como él lo predijo. Luego vino El Club Bilderberg, al que llevo estudiando más de quince años. Hice el trayecto hasta Canadá, donde se celebraba una de las reuniones, y me detuvieron cincuenta veces por lo menos. ¿Cómo no vamos a pensar que estamos totalmente controlados? Trato de aclarar que hay reinas que se dedican al tráfico de heroína, que el precio del petróleo está pactado entre los poderosos, que las películas de Hollywood se utilizan muchas veces como sucedáneos de la realidad: cuando la gente las ve, dice, esto no puede ser verdad y, sin embargo, la realidad es mucho más delirante. Digo verdades como puños, como catedrales, que parecen películas americanas. Mi representante, Germán Torrado, ha firmado con HALCYON, una productora independiente que este año ha facturado Terminator Salvation, los derechos de mis libros para llevarlos al cine. A mí no me preocupa especialmente el dinero y hasta ahora todo lo que he dicho y escrito nadie me lo ha podido desmentir. No estoy en esto para hacerme rico. Nací en Rusia, vivo en algún lugar de Cádiz, a donde llegué después de que un traficante colombiano de diamantes me pusiese una «cinta-caset» del «Entre dos aguas» de Paco de Lucía. Escuché el flamenco y me prendí. Primero estuve en Morón de la Frontera y luego aquí, con mis hijos, mi mujer, mi vida silvestre…»
VIDA DE LA VIRGEN MARÍA V

La visión de San Joaquín
V La visión de Joaquín
He visto también la aparición del ángel a Joaquín. El ángel le mandó llevar las ofrendas al templo y le prometió que sería escuchada su oración. A pesar de que le dijo que fuera después a la puerta dorada del templo, Joaquín sentíase temeroso de ir. Pero el ángel le dijo que los sacerdotes ya tenían aviso de su visita.
Esto sucedía en tiempo de la fiesta de los tabernáculos. Joaquín había levantado su choza con ayuda de sus pastores. Al cuarto día de fiesta dirigióse a Jerusalén con numeroso ganado para el sacrificio, y se alojó en el templo. Ana, que también llegó el mismo día a Jerusalén, fue a hospedarse con la familia de Zacarías, en el mercado de los peces, y se encontró con Joaquín al finalizar las fiestas.
Cuando Joaquín llegó a la entrada del templo, le salieron al encuentro dos sacerdotes, que habían recibido un aviso sobrenatural. Joaquín llevaba dos corderos y tres cabritos. Su oferta fue recibida en el lugar acostumbrado: allí mismo degolladas y quemadas las víctimas. Una parte de este sacrificio, sin embargo, fue llevaba a la derecha de la antesala y allí consumida . En el centro del lugar estaba el gran sillón desde donde se enseñaba. Mientras subía el humo de la víctima, descendía un rayo de luz sobre el sacerdote y sobre Joaquín. Hubo entonces un silencio general y gran admiración. Luego vi que dos sacerdotes llevaron a Joaquín a través de las cámaras laterales, hasta el Sancta Sanctorum, ante el altar del incienso. Aquí echó el sacerdote incienso, no en granos, como era costumbre, sino una masa compacta sobre el altar (era una mezcla de incienso, mirra, casia, nardo, azafrán, canela, sal fina y otros productos y pertenecía al sacrificio diario), que se encendió. Joaquín quedó solo delante del altar del incienso, porque los sacerdotes se alejaron.
Vi a Joaquín hincado de rodillas, con los brazos levantados, mientras se consumía el incienso. Permaneció encerrado en el templo toda la noche, rezando con gran devoción. Estaba en éxtasis cuando se le acercó un rostro resplandeciente y le entregó un rollo que contenía letras luminosas. Eran los tres nombres: Helia, Anna y Miryam (Diversas formas de los nombres Joaquín, Ana y María). Junto a ellos veíase la figura del Arca de la Alianza o un tabernáculo pequeño. Joaquín colocó este rollo escrito bajo sus vestidos, junto al corazón.
El ángel habló entonces: «Ana tendrá una Niña Inmaculada y de Ella saldrá la salud del mundo. No debe lamentar Ana su esterilidad, que no es para su deshonra sino para su gloria. Lo que tendrá Ana no será de él (Joaquín) si no que por medio de él, será un fruto de Dios y la culminación de la bendición dada a Abraham». Joaquín no podía comprender esto, y el ángel lo llevó detrás del cortinado que estaba separado lo bastante para poder permanecer allí. Vi que el ángel ponía delante de los ojos de Joaquín una bola brillante como un espejo: él debía soplar sobre ella y mirar. Yo pensé que el ángel le presentaba la bola, según costumbre de nuestro país donde, en los casamientos, se presenta al sacristán. Cuando Joaquín echó su aliento sobre la bola, aparecieron diversas figuras en ella, sin empañarse en lo más mínimo. Joaquín observaba. Entendí que el ángel le decía que de esa manera Ana daría a luz, por medio de él, sin ser
empañada. El ángel tomó la bola y la levantó en alto, quedando suspendida. Dentro de ella pude ver, como por una abertura, una serie de cuadros conexos que se extendían desde la caída del hombre hasta su redención. Había allí todo un mundo, donde las cosas nacían unas de otras. Tuve conocimiento de todo, pero ya no puedo dar los detalles.
En lo más alto hallábase la Santísima Trinidad; más abajo, a un lado, el Paraíso, Adán y Eva, el pecado original, la promesa a de la redención, todas las figuras que la anunciaban de antemano, Noé, el diluvio, el Arca, la bendición de Abraham, la transmisión de la bendición a su hijo Isaac, y de éste a Jacob; luego, cuando le fue retirada a Jacob por el ángel con quien luchó; cómo pasó a José en el Egipto; cómo se mostró en él y en su mujer en un grado de más alta dignidad; y cómo el don sagrado, donde reposaba la bendición, era sacado de Egipto por Moisés con las reliquias de José y se transformaba en el Santo de los Santos del Arca de la Alianza, la residencia de Dios vivo en medio de su pueblo. Vi el culto y la vida del pueblo de Dios en sus relaciones con este misterio, las disposiciones y las combinaciones para el desarrollo de la raza santa, del linaje de la Santísima Virgen, así como las figuras y los símbolos de María y del Salvador en la historia y en los profetas. Vi esto en cuadros simbólicos dentro de la esfera luminosa. Vi grandes ciudades, torres, palacios, tronos, puertas, jardines, flores, todas estas imágenes maravillosamente unidas entre sí por puentes de luz. Todo esto era embestido por fieras y otras temibles apariciones. Estos cuadros mostraban como la raza de la Santísima Virgen, al igual que todo lo santo, había sido conducida por la gracia de Dios, a través de combates y asaltos.
Recuerdo haber visto, en esta serie de cuadros, un jardín rodeado por una densa valla espinosa, a través de la cual se esforzaban por pasar, en vano, una cantidad de serpientes y bestias repulsivas semejantes. Vi también una torre muy firme, asaltada por todas partes por guerreros, que luego eran precipitados desde lo alto de las murallas. Observé muchas imágenes análogas que se referían a la historia de la Virgen en sus antepasados. Los pasajes y puentes que unían el conjunto significaban la victoria obtenida sobre obstáculos e interrupciones que se oponían a la obra de la salvación. Era como si una carne inmaculada, una sangre purísima hubiesen sido puestas por Dios en medio de la humanidad, como en un río de agua turbia, y debiesen, a través de muchas penas y esfuerzos, reunir sus elementos dispersos, mientras el río trataba de atraerlas hacia sí y empañarlas; pero al final, con la gracia de Dios, de los innumerables favores y de la fiel cooperación de parte de los hombres, esto debía, después de oscurecimientos y purificaciones, subsistir en un río que renovaba sus aguas sin cesar, y elevarse fuera del río bajo la forma de la Santísima Virgen, de la cual nació el Verbo, hecho carne, que habitó entre nosotros.
Entre las imágenes que contemplé en la esfera luminosa había muchas que están mencionadas en las letanías de la Virgen: las veo, las comparo, las comprendo y las voy considerando con profunda veneración cuando recito las letanías. Más tarde se desarrollaban en estos cuadros hasta el perfecto cumplimiento de la obra de la divina Misericordia con la humanidad, caída en una división y en un desgarramiento infinitos. Por el costado del globo luminoso opuesto al Paraíso, llegaban los cuadros hasta la Jerusalén celestial , a los pies del trono de Dios.
Cuando hube visto todo, desvaneciéndose el globo resplandeciente, que no era sino la misma sucesión de cuadros que partiendo de un punto volvían todos a él luego de haber formado un círculo de luz. Creo que fue una revelación hecha a Joaquín por los ángeles, bajo la forma de una visión, de la cual tuve yo también conocimiento. Cuando recibo una comunicación de esta clase se me aparece siempre dentro de una esfera luminosa.