Para los no iniciados Daniel Estulin es un investigador-escritor que se ha propuesto desvelar las decisiones ocultas que los superpoderosos secretos decretan para gobernar el mundo. Sobre todo se dedica a investigar al Club Bildelberg, ha escrito varios libros sobre el tema y esta es su última entrevista. Aunque solo sea verdad un 10% de lo que cuenta, es para abrocharse bien los cinturones que vienen curvas. Un saludo.
Desde Rusia hasta su retiro en algún lugar de Cádiz. En sus libros (2,5 millones vendidos), el planeta es un cortijo para poderosos que están por encima del orden mundial conocido.
10 Agosto 09 – Paco REYERO – LA RAZÓN
«Ahora mismo me estoy tocandou los huevos de verdá, tío, porque en unass semanass saldrá mi próximo ‘librou’, una mezcla de ficción y ‘realidá’, al estilo de John Le Carré. La editorial me advirtió de la magnitud del mater(r)ial y me llevó hasta la novela; ahí se dicen cosas muy fue(r)tes, como en el resto de mis libros: datos reales que no es bueno que pasen por ensayo por las rep(r)esalias a las que nos exponemos. He sido perseguido y «estos tíos» me han querido matar pero está por encima de mí como individuo, denunciar que hay grupos de poder absoluto que actúan en la sombra, manejando el planeta. Podría haberme estado quieto pero, al final, piensas que entre hacer tu deber y estar rico hay poca diferencia. En vez de un utilitario puedes tener una escudería; una mansión en vez de una casa y un ‘ha-rem’ en vez de una sola mujer. En todo eso no hay nada realmente importante. Sé que es difícil de creer que Zapatero, Obama y su puta madre no pintan nada y que hay una complot de los verdaderos amos del mundo para disminuir la población mundial, pero es que realmente es así. Somos seis mil millones de personas y el próximo escalón se situará en torno a los diez mil millones. Con la energía atómica se podría sostener esta población mundial, pero ellos no lo quieren permitir. ¿Quién morirá? Obviamente tú y yo moriremos; Rockefeller, no. Ellos quieren que haya entre dos y tres mil millones de personas. No más. Este objetivo estaba contemplado ya en papeles desclasificados de Estados Unidos, durante el gobierno de Nixon. Y la crisis mundial que se aproxima para los siguientes cuatro o cinco meses va a ser devastadora. Lo veremos a partir de octubre. Todo está quebrado, los grandes bancos financieros de Estados Unidos, que aún no han sido enter(r)adosss, son auténticoss mue(r)tos vivientes a la espera de la tumba. No me gusta dar consejos, pero el dinero de papel no valdrá nada, menos que un rollo de papel del váter, tío, y sé lo que digo. El único valor refugio, como siempre lo ha sido, es comprar lingotes de oro puro. A lo largo de la Historia, vemos que siempre ha sido así. Los poderosos tienen poca liquidez, la justa. Son ricos en oro. Y la gripe que nos amenaza también está pensada en este sentido. Hace tiempo que se encontraron documentos de Zurich en los que ya se advertía de la propagación de este virus, estábamos en el año 96. De eso hace ya casi trece años. Te toman por loco y luego todo encaja. Me empecé a interesar por estos temas al coincidir casualmente con un compañero de mi abuelo, que era coronel de l KGB. Este hombre me advirtió que en el año 95, Quebec que(r)ría independizarse de Canadá. Pensé que estaba flipado, un loco más. A los tres años sucedió, tal y como él lo predijo. Luego vino El Club Bilderberg, al que llevo estudiando más de quince años. Hice el trayecto hasta Canadá, donde se celebraba una de las reuniones, y me detuvieron cincuenta veces por lo menos. ¿Cómo no vamos a pensar que estamos totalmente controlados? Trato de aclarar que hay reinas que se dedican al tráfico de heroína, que el precio del petróleo está pactado entre los poderosos, que las películas de Hollywood se utilizan muchas veces como sucedáneos de la realidad: cuando la gente las ve, dice, esto no puede ser verdad y, sin embargo, la realidad es mucho más delirante. Digo verdades como puños, como catedrales, que parecen películas americanas. Mi representante, Germán Torrado, ha firmado con HALCYON, una productora independiente que este año ha facturado Terminator Salvation, los derechos de mis libros para llevarlos al cine. A mí no me preocupa especialmente el dinero y hasta ahora todo lo que he dicho y escrito nadie me lo ha podido desmentir. No estoy en esto para hacerme rico. Nací en Rusia, vivo en algún lugar de Cádiz, a donde llegué después de que un traficante colombiano de diamantes me pusiese una «cinta-caset» del «Entre dos aguas» de Paco de Lucía. Escuché el flamenco y me prendí. Primero estuve en Morón de la Frontera y luego aquí, con mis hijos, mi mujer, mi vida silvestre…»