ADIOS EUROPA…

Ya podemos ir despidiéndonos de nuestro querido “occidente”, antaño conocido como “mundo libre”, no soy agorero, simplemente constato unos datos. Si seguimos la misma dinámica demográfica y económica que llevamos actualmente dentro de muchos menos años de lo que nos pensamos a Europa no la va a conocer ni la madre que la parió. Y dejadme que os diga que creo que ese cambio no va a ser para mejor. No sufro porque perdamos el liderazgo económico si no por lo que ello lleva aparejado, todo nuestro sistema de valores sustentado sobre el corpus ideológico de la cristiandad (si, digo bien) no se podrá sostener simplemente porque no nacen cristianos. Es decir, si cada pareja tiene una media de hijos por debajo de dos, dará como resultado que una sociedad no se regenera demográficamente, es decir que cada vez hay menos niños (y más viejos) amén de las consecuencias en tema de pensiones, atención geriátrica, eutanasia etc… Todo ello traído entre otras cosas por una interpretación torcida de la Humanae Vitae: no quisimos hacer caso a la Iglesia cuando se nos decía que había que tener más hijos, hemos optado por la comodidad de no tener hijos (contraconcepción), matarlos (aborto) y en última instancia si vienen como mucho uno o dos, y distanciados de manera que parezcan una sucesión de hijos únicos. Los frutos que traerá esto van a ser muy amargos si no viene inesperadamente una revolución vital…

Además del tema demográfico, también es importante el aspecto económico. Hoy he tenido la ocasión de ver un brevísimo y esclarecedor vídeo sobre la economía China, que impresiona por su sencillez y contundencia.

Os enlazo dos vídeos, uno en el que aparece Kico Argüello (fundador del movimiento neocatecumenal) en un programa de tv, y otro de un profesor de economía. Es muy importante que los veáis, creedme.

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ACOSO A LOS CRISTIANOS…

No entiendo, o mejor dicho si entiendo (y lo voy a explicar más adelante) el enconamiento de los “laicistas” respecto a los católicos practicantes.

Como una marea que sube, van apareciendo noticias que tintan el panorama de un color cada vez más antirreligioso, anticristiano y en particular anticatólico. En España está uno de sus epicentros… un grupo de extremistas irrumpen en la capilla de una universidad de Madrid, varias jóvenes rodean el altar se desnudan de cintura para arriba y hacen alarde de sus tendencias homosexuales, mientras todo el grupo lanza improperios e insulta a la Iglesia (http://www.religionenlibertad.com/articulo.asp?idarticulo=14308 ). En la capilla de otra universidad de Barcelona el boicot ha llegado a tal punto que han tenido que dejar de celebrarse misas (http://www.religionenlibertad.com/articulo.asp?idarticulo=13267 ). También en el mundo en el Quebec francófono, en una ayuntamiento donde se tenía por costumbre desde tiempos inmemoriales santiguarse y rezar una oración antes de las sesiones, el alcalde ha sido denunciado y la sentencia dicta que ya no se rece más y que se retiren los símbolos cristianos de la sala (http://religionenlibertad.com/articulo_imprimir.asp?idarticulo=14324 )… en Alemania hay padres en prisión por negarse a que sus hijos reciban la educación sexual  establecida por el estado (http://www.religionenlibertad.com/articulo.asp?idarticulo=14179 )…

Todos estos acontecimientos me llevan a reflexionar, ¿por qué molesta tanto a quienes no creen en Dios el hecho de que otros sí crean? Hago el esfuerzo de meterme por unos instantes en la piel de un ateo, me imagino que no creo en Dios y pienso que reacción tendría ante otros que exteriorizan sus creencias. Si realmente soy un ateo convencido pensaría que todos esos ritos no sirven para nada, los vería como supercherías. Si creo realmente que todo esto es una tontería ¿por qué sentirme amenazado? Es como cuando en un documental vemos a una tribu animista haciendo danzas en honor a sus dioses, sabiendo que todo es un mito no entiendo porque ha de provocar mi ira que un grupo de personas viva como quiera y crea en lo que mejor le parezca.

La gran paradoja es que todo esto viene de los sectores de la sociedad que se han arrogado la tolerancia como seña de identidad. Hasta nos han convencido de que progresismo de izquierdas y tolerancia son sinónimos. Y es que parece que funciona la máxima de Goebbels, “una mentira mil veces repetida se transforma en una verdad”. Son los signos de los tiempos debemos prepararnos para afrontar una nueva oleada de persecución en todos los ámbitos. Ahora más que nunca debemos ser fuertes en la fe.

En definitiva, lo más preocupante de todo es la débil respuesta que los cristianos estamos dando a todos estos ataques. Necesitamos movilizarnos, no para devolver violencia por violencia pero si para demostrar que no vamos a callarnos y que vamos a resistir pacífica pero firmemente apoyando nuestra fe. Si seguimos inactivos puede que llegue un día en que ya sea tardía cualquier reacción, quien sabe si ya hoy es demasiado tarde. El hecho de esta pobre respuesta es el síntoma de que nuestra fe está anémica y subdesarrollada, carece del sustrato interior que nace del cultivo de nuestra espiritualidad. Pero aún estamos a tiempo para, de la mano de Dios y de la Virgen renacer de nuestras cenizas por enésima… Vamos cristianos ¡LEVANTÉMONOS, VAMOS! No tengáis miedo a Cristo.

OTRO MÉDICO ABORTISTA QUE SE CONVIERTE. ESTA VEZ A CAUSA DE PERDER A SU HIJA A LA QUE LE HABÍAN PRACTICADO UN ABORTO.

Publicado en ACIPRENSA

   «En un testimonio a la emisora radial Rainha da Paz, un médico brasileño que efectuó durante años el aborto relató su dolorosa e intensa experiencia de conversión, iniciada luego de la muerte de su hija.

 El médico comentó que es el único hijo hombre de una familia humilde del interior de Minas, y que «con sacrificio y unión» fue el único que tuvo la oportunidad de estudiar, «pues mis hermanas no terminaron la enseñanza secundaria».

 «Mi madre era una simple costurera que trabajaba hasta las madrugadas para ayudar a mi padre. Mi padre era una guardia nocturno. Por eso se pueden imaginar el sacrificio que hicieron para tener un hijo médico. Luego escogí la ginecología y la obstetricia», afirmó.

 «Entre las mayores dificultades enfrentadas como médico recién formado, choqué con la realidad de lo que es mi profesión. En un largo tiempo los médicos se vuelven ricos, y yo quería más, quería enriquecerme y tener más dinero. Fue así como violé el juramento que hice cuando me formaba para dar la vida, para salvar la vida. Ayudé a muchos niños a venir al mundo, pero también a muchos de ellos no les permití nacer y me enriquecí escondido tras la máscara de la vitalidad», agregó el médico.

Sobre su vida abortista, el experto explicó que «puse un consultorio que en poco tiempo se convirtió en el más visitado de la región. Y saben ¿qué es lo que hacía?: abortos. Y como todos los que cometen el crimen, me decía a mi mismo que todas las mujeres tienen el derecho de escoger y que era mejor que sean ayudadas por un médico para no correr los riesgos de ir a una clínica clandestina donde los índices de muertes son alarmantes».

 «Y fue así, en un ciego e inhumano oficio de medicina, que construí una familia con muchos bienes, muy rica y que nada le faltaba. Mis padres murieron con la ilusión de que su hijo era un doctor bien logrado, exitoso. Crié a mis hijas con el dinero manchado con la sangre de inocentes y fui el más despreciable de los humanos. Mis manos, que debieron ser bendecidas para la vida, trabajaron para la muerte«, agregó.

 Entrando al tema de su conversión, el médico explicó emocionado que «sólo paré cuando Dios en su sabiduría infinita, rasgó mi conciencia e hizo sangrar a mi corazón con la misma sangre de todos los inocentes que no dejé nacer. Mi hija menor, Leticia, dejó de respirar por una infección generalizada luego de haberse sometido a un aborto. Ella, de 23 años de edad, salió embarazada y buscó el mismo camino de tantas otras que me fueron a buscar: el camino del aborto. Y sólo supe de esto cuando ya nada se podía hacer».

«Al lado del lecho de muerte de mi hija, vi las lágrimas de todos esos angelitos que yo maté. Mientras ella esperaba la muerte, yo agonizaba junto a ella. Fueron seis días de sufrimiento para que en el sétimo día ella partiese hacia el encuentro con su hijo, al cual un médico asesino le impidió nacer», comentó.

 «Cansado por las noches que pasé al lado de mi hija, yo soñé que andaba por un lugar absolutamente oscuro y muy húmedo, en el que quería respirar pero no podía, yo quería salir desesperadamente pero fui envuelto por un lugar en donde el estruendo me dejaba atónito. Eran los llantos dolidos de los niños que en mi pensamiento, como si un rayo me cortase por la mitad, veía en mi entendimiento: los llantos eran de dolor, eran los lamentos de los angelitos que yo no dejé nacer. Era la triste consecuencia de mis actos sin pensar, esos llantos que gritaban ¡asesino!, ¡asesino!», afirmó el médico.

 «Asustado para salir de aquel lugar, pasé mi mano por mi rostro para secar mi sudor y mis manos se mancharon de sangre! Aterrorizado grité con toda la fuerza que me quedaba un pedido de perdón: ¡Dios me perdone! Sólo así logré respirar nuevamente y me acordé de que era tiempo de acoger y valorar el último respiro de mi hija, que murió por las consecuencias de la infección que le produzco el aborto. Yo sé eso a través de mi sueño», agregó.

 El experto comentó que «Dios me hizo entender que a partir del momento de la fecundación del óvulo existe vida, por lo que entendí que soy un asesino. No sé si algún día Dios me va a perdonar, pero para restar mi culpa y mi dolor, vendí mi consultorio y todos los bienes que conseguí con la práctica del aborto y con ese dinero, construí una casa de amparo para madres solteras y me dedico hoy a atender y practicar ¡una medicina de verdad!».

 «Hoy soy médico de los pobres, de los desamparados y desvalidos, y los niños que vienen al mundo a través de mis manos son hijos que adopto pues sé que tengo una sola misión: traer la vida al mundo y dar condiciones para que los niños tengan un lugar feliz donde el padre es Jesús. Recen por mí, recen para que Dios tenga piedad de mí y me perdone, porque tengo la seguridad de que participaré del juicio final«, concluyó

Y LUEGO DIRÁN QUE LOS ENEMIGOS DEL ABORTO SOMOS UNOS EXAGERADOS…

Ha muerto recientemente uno de los mayores activistas en contra del aborto, el Dr. Bernard Nathanson,su papel era muy importante precisamente porque durante bastante tiempo estuvo en el otro lado. Aquí os transcribo una carta abierta en la que explicaba su trayectoria y porque al final acabó siendo un gran luchador PRO-VIDA.

Carta abierta del Dr. Bernard Nathanson (1992)

“Soy responsable directo de 75.000 abortos, lo que me empuja a dirigirme al público poseyendo credibilidad sobre la materia. Fui uno de los fundadores de la Asociación Nacional para Revocar las Leyes sobre el Aborto en los Estados Unidos, en 1968. Entonces una encuesta veraz hubiera establecido el hecho de que la mayoría de los norteamericanos estaban en contra de leyes permisivas sobre el aborto. No obstante, a los 5 años conseguimos que la Corte Suprema legalizara el aborto, en 1973. ¿Como lo conseguimos? Es importante conocer las tácticas que utilizamos, pues con pequeñas diferencias se repitieron con éxito en el mundo Occidental. Nuestro primer gran logro fue hacernos con los medios de comunicación; les convencimos de que la causa proaborto favorecía un avanzado liberalismo y sabiendo que en encuestas veraces seríamos derrotados, amañamos los resultados con encuestas inventadas y las publicamos en los medios; según ellas el 60% de los norteamericanos era favorable a la implantación de leyes permisivas de aborto. Fue la táctica de exaltar la propia mentira y así conseguimos un apoyo suficiente, basado en números falsos sobre los abortos ilegales que se producían anualmente en USA. Esta cifra era de 100.000 (cien mil) aproximadamente, pero la que reiteradamente dimos a los medios de comunicación fue de 1.000.000 (un millón). Y una mentira lo suficientemente reiterada, la opinión pública la hace verdad. El número de mujeres que morían anualmente por abortos ilegales oscilaba entre 200 y 250, pero la cifra que continuamente repetían los medios era 10.000 (diez mil), y a pesar de su falsedad fue admitida por muchos norteamericanas convenciéndoles de la necesidad de cambiar las leyes sobre el aborto. Otro mito que extendimos entre el público, es que el cambio de las leyes solamente implicaría que los abortos que se practicaban ilegalmente, pasarían a ser legales. Pero la verdad es que actualmente, el aborto es el principal medio para controlar la natalidad en USA. Y el número de anual de abortos se ha incrementado en un 1500%, 15 veces más. La segunda táctica fundamental fue jugar la carta del anticatolicismo. Vilipendiamos sistemáticamente a la Iglesia Católica, calificando sus ideas sociales de retrógradas; y atribuimos a sus Jerarquías el papel del «malvado» principal entre los opositores al aborto permisivo. Lo resaltamos incesantemente. Los medios reiteraban que la oposición al aborto procedía de dichas Jerarquías, no del pueblo católico; y una vez más, falsas encuestas «probaban» reiteradamente que la mayoría de los católicos deseaban la reforma de las leyes antiaborto. Y los tambores de los medios persuadieron al pueblo americano de que cualquier oposición al aborto tenía su origen en la Jerarquía Católica y que los católicos proaborto eran los inteligentes y progresistas. El hecho de que grupos cristianos no católicos, y aún ateos, se declarasen pro-vida, fue constantemente silenciado. La tercera táctica fundamental fue denigrar o ignorar, cualquier evidencia científica de que la vida comienza con la concepción. Frecuentemente me preguntan que es lo que me hizo cambiar. ¿Cómo pasé de ser un destacado abortista a un abogado pro-vida? En 1973 llegué a ser Director de Obstetricia en un gran Hospital de la ciudad de Nueva York, y tuve que iniciar una unidad de investigación perinatal; era el comienzo de una nueva tecnología que ahora utilizamos diariamente para estudiar el feto en el útero materno. Un típico argumento pro aborto es aducir la imposibilidad de definir cuando comienza el principio de la vida, afirmando que ello es un problema teológico o filosófico, no científico. Pero la fetología demuestra la evidencia de que la vida comienza en la concepción y requiere toda la protección de que gozamos cualquiera de nosotros. Ud. podría preguntar: ¿Entonces, por qué algunos doctores, conocedores de la fetología, se desacreditan practicando abortos? Cuestión de aritmética: a 300 dólares cada uno, un millón quinientos cincuenta mil (1.550.000) abortos en los Estados Unidos, implican una industria que produce 500 millones de dólares anualmente. De los cuales, la mayor parte van a los bolsillos de los doctores que practican el aborto. Es un hecho claro que el aborto voluntario es una premeditada destrucción de vidas humanas. Es un acto de mortífera violencia. Debe de reconocerse que un embarazo inesperado plantea graves y difíciles problemas. Pero acudir para solucionarlo a un deliberado acto de destrucción supone podar la capacidad de recursos de los seres humanos; y, en el orden social, subordinar el bien público a una respuesta utilitarista. Como científico no creo, yo se y conozco que la vida humana comienza en la concepción. Y aunque no soy de una religión determinada, creo con todo mi corazón que existe una divinidad que nos ordena finalizar para siempre este infinitamente triste y vergonzoso crimen contra la humanidad”. Dr. Bernad Nathanson

EL OPUS.

Sinceramente, el Opus Dei siempre me ha dado cierto repelús, cierto temor indefinido, cierto rechazo, provocado por historias que me había contado un amigo de un amigo que otro amigo le había contado que… También por la experiencia de mi hermana en un centro educativo relacionado con la “obra” dónde había un sacerdote que según mi opinión no representaba dignamente a la Iglesia. Ahí quedó la cosa y nunca me he vuelto a interesar por el tema. Ahora como por casualidad ha caído delante de mis ojos una noticia de www.religionenlibertad.com  ( http://www.religionenlibertad.com/articulo.asp?idarticulo=13871 )  que hablaba de la película que ha rodado Roland Joffé (director de “Los gritos del silencio”, “La Misión”, “La ciudad de la alegría”…) sobre San Josémaría Escrivá, y he visto un pequeño vídeo y me ha llamado poderosamente la atención tanto es así que lo quiero compartir con vosotros a ver qué os parece. A partir de ahora me voy a interesar a conocer más (de primera mano) el Opus Dei.

Recibid, como siempre, un afectuoso saludo.

SOBRE LA SUPUESTA HOMOFOBIA…

He visto en facebook dos grupos: uno de ellos es el que rechaza la visita del papa y otro es contra los grupos llamados homófobos. Esto ha provocado que quiera volver a explicar mi opinión al respecto…

¿Decir que la anorexia es perjudicial implica odio hacia las personas anoréxicas?, ¿debemos defender la anorexia, calificarla de conducta buena y deseable como muestra de amor y respeto hacia las personas anoréxicas?… Reflexionemos un instante sobre ello. Si en las frases anteriores sustituyésemos “anorexia” por “homosexualidad aún sonando distinto vendríamos a decir lo mismo.

Nadie podrá echarme en cara que yo haya marginado o faltado el respeto a ninguna de las personas homosexuales que me rodean o me han rodeado, es más, creo que cuento con la amistad de un grupo bastante nutrido de personas homosexuales (de dentro y fuera del “armario”) y nunca he tenido con ellos y ellas el más mínimo problema. No me duelen prendas decir que suelen ser personas más sensibles y creativas que los heterosexuales.

Todo esto es cierto, pero una vez declarado lo anterior, de dejar claro mi amor y respeto por las personas homosexuales… expreso mi total rechazo a la homosexualidad. Si decir que la homosexualidad es un desarreglo de la conducta implica homofobia aquí mismo me declaro homófobo, pero si declararse homófobo fuera sinónimo de odio o persecución contra las personas homosexuales muy al contrario me consideraría totalmente anti-homófobo.

La conquista de la inteligencia por el ser humano siempre ha venido de la mano de los matices, pensar es distinguir unas cosas de otras, encontrar las definiciones exactas… No quiero caer en la trampa de los que quieren dividir a las personas entre los que pertenecen al lobby gay y entre furibundos apaleadores de homosexuales… por favor no entremos al trapo de dar por válido este reduccionismo.

Lo que me temo es que en este país vamos camino de que los que pensamos como yo pronto no podremos expresar nuestra opinión libremente.

«VIDAS INDIGNAS DE SER VIVIDAS»

Ha aparecido una fosa común con doscientos veinte cadáveres pertenecientes a discapacitados que fueron envenenados o dejados morir de hambre durante el nazismo:

“…En Austria, el lugar más vinculado con este programa es el antiguo palacio de Hartheim, cerca de la capital de Alta Austria, Linz, donde los nacionalsocialistas asesinaron entre 1940 y 1944 a cerca de 30.000 personas, catalogadas en la nomenclatura nazi como «vidas indignas de ser vividas»…” DIARIO PÚBLICO 3/01/2011

No he podido dejar de relacionar esta noticia con otra que ha ocurrido en Bélgica y que comenté en este mismo blog (12/12/2010). En Bélgica se ha aprobado una infecta ley que en líneas generales lo que dice es que unos padres a los que el facultativo no haya avisado de la discapacidad de su hijo durante el embarazo tienen derecho a demandar a éste por permitir un nacimiento “injusto”, literalmente dice así:

“el legislador debe haber tenido la intención de ayudar a evitar dar a luz a niños con graves anormalidades, al haber considerado no sólo los intereses de la madre, sino también el del mismo niño por nacer”.

Es decir, se considera que no permitir vivir (matar)  a ese niño es mejor para él. ¿Por qué?… ¿Porque es mejor no vivir que vivir con deficiencias? En definitiva, porque esa vida, piensan los legisladores: “es indigna de ser vivida”. Es evidente que esta ley está inspirada por el mismo espíritu de los nacionalsocialistas. Pero lo peor es que ésta, nuestra sociedad hipócrita y podrida hija del relativismo, ve con normalidad esta serie de conductas.

Hoy nos escandalizamos de las torturas de la Inquisición, de abusos medievales como el derecho de pernada, y no somos capaces de imaginar como en aquella época se veían con normalidad estas barbaridades… en un futuro quizá no tan lejano, nuestros descendientes nos juzgarán por lo que estamos permitiendo y se preguntarán: ¿Por qué no se movilizaban? ¿Por qué no tuvieron arrestos para detener el gigantesco infanticidio del aborto? ¿Por qué no hicieron nada?

Pensadlo.

EL PARO TRAE COLA…

En este blog normalmente hablo de religión pero hoy voy a cambiar un poco el foco y voy a comentaros la reflexión que me vino a la cabeza la otra tarde mientras hacía cola para comprar una entrada de cine:

         En España hay un mínimo de cuatro millones de parados. Si colocásemos en una sola cola a todos los parados de nuestro país dejando un metro de distancia entre cada uno de ellos, el tamaño de esta cola sería de 4000 kilómetros… para que os hagáis una idea: esta cola empezaría en Cádiz, llegaría hasta Bilbao, volvería hasta Cádiz, de nuevo regresaría hasta Bilbao y por último terminaría otra vez en Cádiz… creo que sería junto con la Gran Muralla China la segunda estructura creada por el hombre visible desde el espacio. Y si la cola estuviera estirada llegaría de Barcelona a Moscú y todavía sobraría para recorrer otros 300 kilómetros… No sé como Zapatero no ha llamado a los de los récords Guiness, sería hasta gracioso si no fuera porque cada uno de estos parados guarda una historia real de sufrimiento humano… pero bueno, parece ser que lo que realmente importa a los españoles son los mapas del clítoris, el proyecto gran simio y la distribución de diques dentales* entre la muchachada adolescente…etc, y no nos preocupemos porque la tierra… la tierra pertenece al viento.

*condones orales.

EL CANSANCIO EN LA FAMILIA Y EL DESTINO DEL MUNDO.

Acabo de leer esta entrada en el blog de Guillermo Urbizu (www.religionenlibertad.com) y me he sentido enseguida identificado con lo que leía. Comparto totalmente con él las conclusiones a las que llega. Hoy por hoy quien aguanta el tipo manteniendose como padre/madre en una familia más o menos normalizada es un gran héroe.

La vida. Sí, la vida. La vida muchas veces nos puede. Los padres consentimos y cedemos por puro cansancio. Ya no podemos más. ¡Son tantas las cosas que sobrellevamos cada día! Los padres estamos agotados antes de ir a trabajar. ¿Que exagero? Desde luego no todas las familias son iguales. Las hay que al disponer de más recursos económicos pueden pagar a otras personas para que les ayuden en las tareas domésticas. O las hay que sólo trabaja el marido fuera de casa. Pero lo que es un hecho inapelable, es que el agotamiento amanece con el día. Las horas de sueño -escasas- no dan tiempo material para recomponer del todo el cuerpo y las ideas.
 

Los niños (siempre serán para nosotros «los niños») van del padre a la madre y de la madre al padre como de oca en oca, esperando atisbar algún punto débil en sus peticiones sin cuento (pero con mucho cuento). Los propósitos de la noche anterior -«no le riñas tanto a Jaime, hay que decirle a Cristina que mejore sus gestos y su orden, etcétera»- parecen durar lo que dura el desayuno. Porque muy pronto las prisas nos atenazan y hacen que los consejos y la disciplina se vayan diluyendo en contundentes gritos. «Oye, hacer lo que queráis, me tenéis agotada, mamá se va a trabajar y papá se va de viaje, así que vosotros veréis».

Lo más común hoy en día es que trabajen fuera de casa los dos: madre y padre. Y eso lo condiciona casi todo. Los hijos son listos y tienen detalles bonitos y de ayuda, pero no dejan de ser niños. Y saben exprimir la paciencia de los padres hasta el límite. Lo peor de esa situación es que degenere en frecuentes enfados y que el alzar la voz se convierta en costumbre. Todos nos cansamos. Tensión laboral, atención de los abuelos, contínuos planes con los hijos, el trabajo exigente de la casa, tiempo dedicado a Dios y a nuestra formación… Sin contar los condicionantes de salud.

 
Ser padre hoy requiere un plus de fortaleza espiritual y desde luego física y mental. Pero la queja no es cristiana. Hace de los padres un modelo poco atractivo. Debemos aguantar firmes. No sólo aguantar. Debemos estar por delante siempre, sin un ápice de tristeza o duda. La vocación matrimonial es algo tan enorme que Dios la hizo sacramento. Es decir, signo sensible de Su providencia y fuente de vida. Para siempre. Uno con una. Una con uno. En una unión que germina en las sonrisas de nuestros hijos, o en esos ojos. Los padres debemos de ser sacrificio generoso, olvido de nosotros, ofrenda gustosa. El milagro de la vida depende de nuestra disposición. Y la educación cristiana es el armazón de la felicidad de esos niños (ya no tan niños), de su santidad.

En el siglo XXI hay muchas cosas que son distintas, pero otras no cambian. Distinto es el agobio social y la injusticia de tantos gobiernos para con las familias. Pero no cambia nuestro deber -pase lo que pase- de hacer de nuestros hijos almas delicadas y con criterio. No tanto con ambición material -digna pero no fundamental- como con una inquietud intelectual y un pasmo sobrenatural que les mantenga íntegros.

Merecen la pena esas pequeñas escaramuzas diarias. Sé que es fácil decirlo, otra cosa es…, y que los problemas se hacen un nudo de lágrimas y pueden llegar a angustiarnos, e incluso a hacernos olvidar que Dios está ahí para salir adelante. Somos iglesias domésticas y el amor es nuestro sagrario. Ellas deben de ser un remanso de paz. ¿Imposible? No para el que reza. No para el que lucha. No para el que ama. Debemos fomentar la oración en familia. Yo el primero. Por ejemplo la lectura del Evangelio o ir desgranando el Santo Rosario. Y nada de televisión en las comidas, o esos contínuos caprichos.

Hoy la verdadera batalla que decidirá el futuro del mundo se está librando en nuestras familias. En la suya y en la mía. Y los padres somos los verdaderos héroes, los grandes protagonistas de esta gran historia épica que Dios dirige con misericordia. No hay tiempo para descansar, y no es momento para ser pusilánime. ¡Adelante, adelante! La victoria será nuestra. Pese al cansancio.

¿HALLOWEEN SI, NAVIDAD NO?

Empezamos a percibir ya en nuestro entorno los frutos del “progrelativismo” idiotizante, y es que en esta sociedad hay mucho tonto suelto, pero no el tonto inofensivo tipo Forrest Gump si no de esos a los que mi padre alude con la expresión: “tonto, pero jode”. No entiendo el absurdo encono en contra de nuestras tradiciones seculares, no veo por ningún lado el daño moral que puede recibir un niño por ver a un recién nacido en un pesebre, o que complejo puede coger porque lo vistan de pastorcito. Ahora, eso sí, el día de Halloween*, es obligatorio que todos los niños vayan a la escuela vestidos de adefesio. No estoy en contra del sano respeto a la diferencia, no se puede obligar a nadie a creer en Dios, ni a asistir obligatoriamente a clase de religión, el que no quiera que no pase, pero otra muy distinta es prohibir a todo el colegio poner un inofensivo belén, esto último sólo lo puede pedir un idiota.

Después de prohibir la Navidad nos enfrentaremos al absurdo de no saber cómo llenar ese vacío, y así, en este orden de cosas, tenemos que aguantar oír sandeces como el bautizo laico, la fiesta del solsticio de invierno, etc. Le preguntaremos a nuestros infantes: ¿niño, tú cómo quieres tomar la comunión, por la Iglesia o por lo civil? A esto se refería el Papa de una manera muy acertada cuando decía aquello de la “dictadura del relativismo”. Nos van a poner a todos a andar con el paso cambiado, sí o sí, que a estos se les da muy bien legislar prohibiciones por doquier. Lo expresó de una manera genial Carlos Herrera: “soy católico, de derechas, fumo puros y me gustan los toros así que me tengo que exiliar de España”. Pues yo remedando a Groucho os digo: si esto sigue así, por favor, que paren España que me bajo…

Podéis leer las noticias relacionadas con el tema aquí: http://www.religionenlibertad.com/articulo.asp?idarticulo=6023

http://www.religionenlibertad.com/articulo.asp?idarticulo=11495

*¡Pero qué hortera es copiar tradiciones sin ton ni son, simplemente por haber visto una película!