UNA VERDAD BIEN EXPLICADA POR ALGUIEN CON AUTORIDAD.

Este es un artículo concebido como Consejo Médico dirigido a las madres que se encuentran en el trance de someterse a un diagnóstico prenatal de cromosomopatía, desde la perspectiva y la experiencia de un ginecólogo defensor de la vida, de la salud de la mujer y la ética médica, independiente de modas eugenésicas y desde el rigor científico. El diagnóstico postnatal salva más vidas de Síndrome Down que el diagnóstico prenatal y disminuye riesgos para madre e hijos. Por su gran interés, ofrecemos íntegro el artículo del Dr. Esteban Rodríguez, presidente de la Comisión Deontológica de Ginecólogos DAV:

MAMÁ, ¿TE HAN DICHO QUE TE TIENES QUE HACER UNA AMNIOCENTESIS?

Ginecólogos DAVCuando te «ofrezcan» una prueba de cribado cromosómico o de diagnóstico prenatal invasivo (amniocentesis o biopsia corial) lo primero que tienes que preguntar al médico no es en qué consiste sino ¿PARA QUÉ SIRVE? ¿Qué enfermedad es la que pretende cribar y diagnosticar? ¿Se puede curar esa enfermedad si me hago la prueba? CUANDO SEPAS TODO ESO, entonces tienes que preguntar sobre los riesgos. Hay riesgos que merece la pena asumir y otros que no. Piensa también que no sólo tú asumes los riesgos sino que se los haces asumir al «niño que llevas dentro».

Te van a «ofrecer» una prueba invasiva con el pretexto de que existe una indicación «médica» si tienes más de 35 años, si en tu familia hay antecedentes de cromosomopatías o si has tenido algún hijo afecto. También te dirán que hay indicación si en la ecografía de las 12 semanas le midieron y pliegue de la nuca a tu hijo y a ti te hicieron la analítica (cribado cromosómico) y salió riesgo alto de cromosomopatía. Te la querrán hacer también si en la ecografía de la semana 20 ven alguna «alteración» (marcador ecográfico) o no están seguros de lo que están viendo. Muchos médicos lo hacen para curarse en salud por miedo a las denuncias, en la semana 22 acababa el plazo para poder abortar antes de la “ley Aido”. Se trata de una medicina defensiva que pone en riesgo a tu hijo sin ningún beneficio para él.

Otros te la harán si piensas que serias capaz de abortar sólo porque el riesgo salió alto, querrán confirmar que tu hijo no tiene la cromosomopatía para que no abortes pero lo expondrán a un riesgo desproporcionado aunque su intención sea buena. Cuando en Medicina se emplea una técnica diagnóstica que tiene riesgos y no aporta beneficios se habla de «encarnizamiento diagnóstico».

Cuando uno participa con una acción sin cuyo concurso no hubiere sido posible cometer un crimen en Derecho se habla de «cooperador necesario». Un crimen es la Acción voluntaria de matar o herir gravemente a alguien. (D.R.A.E. 3). No es posible matar voluntariamente a un niño que nacería con una cromosomopatía si un médico previamente no coopera, bien con el screening de riesgo del primer trimestre, bien con la confirmación mediante la amniocentesis. Hay que tener precaución con algunos médicos que dicen ser provida, porque aunque no se presten a hacer el aborto, no verán mayor dilema en «delatar» el secreto genético de tu hijo ofreciéndote el cribado y la amniocentesis creyendo que hacen medicina y sin darse cuenta actúan como un engranaje de la cultura de la muerte que establece por ley que para que ese crimen no sea un delito es necesario que un médico previamente haya cooperado haciendo el «diagnóstico».

Viñeta

Las enfermedades que se pueden diagnosticar con una amniocentesis son las alteraciones de los cromosomas, la más conocida y frecuente el Sd de Down que afecta al cromosoma 21. Es para lo que sirve la amniocentesis genética. Ninguna de estas enfermedades tiene curación ni durante el embarazo ni tras el parto.

El objetivo final de la amniocentesis no es curar ninguna enfermedad sino «informar» para facilitar el aborto eugenésico de un niño que nacería con una alteración cromosómica.

 

¿Es esta la cara del enemigo?

La amniocentesis consiste en atravesar con una aguja tu barriga para llegar al útero y extraer una muestra de líquido amniótico (por eso se califica de invasiva). En ese líquido hay células de tu hijo que serán utilizadas para invadir su intimidad genética y ver si el número de sus cromosomas o su forma es normal. Esas células se cultivan y tendrán que pasar unos días para poder conocer un resultado definitivo.

Amniocentesis

La biopsia corial es similar pero lo que se pincha es la placenta (corion), es más imprecisa y tiene mayores riesgos pero se puede hacer un mes antes que la amniocentesis. Por lo general sirve para poder abortar más pronto. Sin embargo cuando el niño tiene una anomalía cromosómica grave lo más normal es que la propia naturaleza cause un aborto natural más temprano que tarde.

A menudo te darán una información sesgada o confusa e incompleta sobre los riesgos, en muchas ocasiones se limitarán a pedirte que firmes un documento de consentimiento informado estandarizado con un lenguaje «dulcificado y manipulado» que a lo mejor no lees o no comprendes del todo.

Para tu hijo que tú te hagas la prueba invasiva tiene dos tipos de riesgos: un riesgo directo y un riesgo indirecto.

El riesgo directo: es del 1% de media. Ese riesgo es de muerte para tu hijo, a la que se llega porque se rompa la bolsa, porque se infecte o porque se le lesione con la aguja que se utiliza. Desembocará en un aborto yatrógeno. Tu hijo podrá morir accidentalmente tanto si está sano como si tiene el Sd de Down . Piensa en esta comparación: si en el colegio se organizara una excursión a la nieve a la que van a ir 100 niños y te dijeran que uno no regresará ¿permitirías a tu hijo ir a esa excursión?

El riesgo indirecto: que se confirme el diagnóstico de cromosomopatía. Entonces tu hijo corre el riesgo de que tú te sientas tentada y presionada para acabar con su vida como medio de «prevenir» tener un hijo «enfermo» (no previenes ni eliminas la enfermedad sino que eliminas a tu hijo ). En torno al 90% de los padres «deciden» abortar a sus hijos cuando el diagnóstico se hace antes de nacer. Terminará muerto a causa de un aborto voluntario. Si no se hace el cribado y el diagnóstico se hace cuando ya ha nacido se evitan los riesgos directos e indirectos y se le salva la vida al niño, nadie podrá decidir que debe ser matado. Si ha de morir lo hará de manera natural.

Vida segada

Para ti la prueba invasiva también tiene dos tipos de riesgos: directo e indirecto.

El riesgo directo: dolor, hemorragia, lesión de órganos vecinos al útero, son poco frecuentes y no graves. El riesgo grave y que se da en 1 de cada 100 ocasiones es que pierdas a tu hijo en el intento de diagnóstico con independencia de que sea «normal» o no (aborto yatrógeno) y sufras un síndrome postaborto. También se produce un cuadro psicopatológico de desapego del hijo. No quieres encariñarte con él hasta que no te confirmen que es «normal», digamos que se interrumpe temporalmente el embarazo en el terreno afectivo condicionadamente a la normalidad. Si es normal lo quiero y hasta que no me digan que todo está bien no quiero quererlo.(Interrupción afectiva de la gestación).

Riesgos

Algunas mujeres expresan sentimientos de culpa con posterioridad cuando todo sale normal. Se sienten culpables de no haber querido a sus hijos durante ese tiempo, otras se justifican de diversas maneras.

El riesgo indirecto; es que decidas abortar. Tu decisión no será voluntaria sino condicionada por el diagnóstico, puesto que tu embarazo y tu hijo sí fueron deseados pero el diagnóstico te condicionó para que dejaras de «desearlo».( Interrupción condicionada del embarazo).

El riesgo indirecto

Entonces asumirás padecer el Sd postraumático por aborto intencionado, que también se sufre cuando se aborta por estas causas. Entonces te expondrás a un riesgo del 80% de padecer depresión, pesadillas, sentimiento de culpa, trastornos de comportamiento alimenticio y sexual, rechazo de tu pareja, rechazo de tus otros hijos, aversión al embarazo y a la sexualidad, hasta tienes un riesgo del 40% de plantearte el suicidio.

El tópico: para quedarme más tranquila.

A menudo la intranquilidad vendrá si te han asustado por tu edad o si en la semana 12 por curiosidad caísteis en la «trampa» y consentisteis hacerte la prueba para ver el riesgo de que tu hijo pudiera tener el Sd de Down .Si el riesgo sale bajo todo habrá parecido de lo más inofensivo, pero no te quedas tranquila si las cosas salen mal y da riesgo alto, todo lo contrario. A partir de aquí hacerte la amniocentesis para tu tranquilidad supone arriesgar la vida de tu hijo y tu salud. Si todo sale bien y tu hijo está sano y no lo pierdes en el intento diagnóstico, igualmente estaría sano si no te hubieses hecho la prueba, pero sufrirás ese «síndrome postaborto en pequeñito» durante el tiempo que tardan los resultados. La ansiedad que genera no aporta beneficio al embarazo y algunas mujeres lo pasan muy mal, les asaltan pensamientos de todo tipo ¿tendré un monstruo? ¿Seré capaz de abortar?, ¿si tiene el Sd de Down lo querré? etc. Algunas se arrepienten de haberse hecho las pruebas incluso cuando las cosas salieron bien.

La tranquilidad te la da conocer que la probabilidad de que cualquier persona tenga un Sd de Down es muy baja, del 0,6%. La probabilidad es aún menor para otras cromosomopatías más raras como el Sd de Edwards, el de Patau o el de Turner. Además te interesa conocer que esas cromosomopatías más raras y de mayor gravedad con una altísima frecuencia terminan naturalmente en un aborto espontáneo, lo cual te librará, al menos, de la angustia de haber participado de manera intencionada en la muerte de tu hijo.

Otro Tópico: para estar preparada.

Es rarísimo que una madre que nunca estuviese decidida a acabar con la vida de su hijo enfermo se exponga al riesgo si está bien informada. Las que si lo hacen con la justificación de estar preparada, en el fondo consideran el aborto una opción y la mayoría no podrán soportar la presión y la tentación. La experiencia nos dice que el embarazo que viven las mujeres a las que se le ha hecho un diagnóstico prenatal de enfermedad fetal, es muy angustioso, pasan mucho miedo, están muy preocupadas, no duermen, no se concentran, no comen bien, y esto puede repercutir adicionalmente en el bienestar de sus hijos durante el embarazo y en el resto de la familia. Por el contrario, las que cuando nace el hijo se llevan la desagradable sorpresa, tras un breve periodo inicial de rechazo y negación, rápidamente se adaptan, asumen a su hijo enfermo o discapacitado y son felices amándolos y cuidando de ellos.

Felices

Si están bien acompañadas y asesoradas por familiares y profesionales que se esfuercen en fortalecer el vínculo de apego bastan un par de días, o menos, para que se encariñen con su hijo. Si la enfermedad es tan grave que les lleva a la muerte natural, intraútero o tras el nacimiento, lo asumen como un mal menor, descansan, sienten pena y pueden enterrar a sus hijos, hacen un duelo sano y su conciencia está libre de culpa porque no fueron responsables de su muerte y lo quisieron y cuidaron hasta el final.

En definitiva para aceptar un niño con SD de Down, no es necesario estar preparándose durante 6 o 7 meses, al contrario la angustia que genera el diagnóstico consigue que vivas amargada todo el embarazo. Los padres nunca acabamos de «prepararnos» para aceptar un hijo con problemas. El problema no es estar preparados sino quererlos como son,sabiendo que tendremos que dar más al que más nos necesita y no a todos lo mismo. Amar es dar. A veces lo único que le puedes dar a tu hijo es tu matriz para que viva en ti el tiempo que para él esté dispuesto por su naturaleza.

CONCLUSION: LAS CROMOSOMOPATIAS SON INCURABLES Y SU DIAGNOSTICO ANTES DEL PARTO NO APORTA BENEFICIOS Y SI RIESGOS EN COMPARACION CON EL DIAGNÓSTICO HECHO TRAS EL PARTO. DIAGNOSTICO PRENATAL Sí CUANDO ES PARA CURAR, NO CUANDO ES PARA SELECCIONAR Y FACILITAR MATAR. NI PARA ESTAR PREPARADA NI PARA QUEDARSE TRANQUILA MERECE LA PENA.

Esteban Rodríguez Martín.

Presidente de la Comisión Deontológica de Ginecólogos DAV

Julio 2012

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¿QUÉ HAY DESPUÉS…?

gemelos

En el vientre de una mujer embarazada se encontraban dos bebés. Uno pregunta al otro:

– ¿Tú crees en la vida después del parto?
– Claro que sí. Algo debe existir después del parto. Tal vez estemos aquí porque necesitamos prepararnos para lo que seremos más tarde.
– ¡Tonterías! No hay vida después del parto. ¿Cómo sería esa vida?
– No lo sé pero seguramente… habrá más luz que aquí. Tal vez caminemos con nuestros propios pies y nos alimentemos por la boca.
– ¡Eso es absurdo! Caminar es imposible. ¿Y comer por la boca? ¡Eso es ridículo! El cordón umbilical es por donde nos alimentamos. Yo te digo una cosa: la vida después del parto está excluida. El cordón umbilical es demasiado corto.
– Pues yo creo que debe haber algo. Y tal vez sea sólo un poco distinto a lo que estamos acostumbrados a tener aquí.
– Pero nadie ha vuelto nunca del más allá, después del parto. El parto es el final de la vida. Y a fin de cuentas, la vida no es más que una angustiosa existencia en la oscuridad que no lleva a nada.
– Bueno, yo no sé exactamente cómo será después del parto, pero seguro que veremos a mamá y ella nos cuidará.
– ¿Mamá? ¿Tú crees en mamá? ¿Y dónde crees tú que está ella?
– ¿Dónde? ¡En todo nuestro alrededor! En ella y a través de ella es como vivimos. Sin ella todo este mundo no existiría.
– ¡Pues yo no me lo creo! Nunca he visto a mamá, por lo tanto, es lógico que no exista.
– Bueno, pero a veces, cuando estamos en silencio, tú puedes oírla cantando o sentir cómo acaricia nuestro mundo. ¿Sabes?… Yo pienso que hay una vida real que nos espera y que ahora solamente estamos preparándonos para ella…

¡Feliz comienzo del Adviento preparándonos para el nacimiento del Niño Dios!

NO HAY COSA PEOR QUE CORREGIR UN ERROR CON OTRO MAYOR

Cada vez es más difícil encontrar héroes auténticos. Cuando los medios de comunicación canonizan laicamente a una persona tardamos muy poco en descubrir la falacia que hay detrás.  Personas que acaban reducidas a en un eslogan visual y que a poco que rasques cae la máscara y aparecen los intereses ocultos que la sostienen. Mentiras disfrazadas de verdades que caducan cada vez con más velocidad…

Pero fíjate por donde, aún quedan héroes reales de los de carne y hueso, personas que te devuelven la confianza en la humanidad y en los grandes valores. Para mí es un ejemplo de lo que os hablo el Dr. Poveda.

Es el del centro, este hombre se está dedicando en cuerpo y alma a salvar vidas. Acampa con sus seguidores en las puertas de los centros que practican abortos e intenta a convencer a las pobrecicas que no ven otra salida que quitarse el «muerto de encima», algunas veces, muchas, consigue convencer a estas mujeres que no hay cosa peor que corregir un error con otro mayor. Por eso alguna vez lo han detenido con una inusitada violencia. Al ver su apasionamiento mi conciencia se remueve y me decido a poner un granito de arena en el platillo del bien de la balanza publicando en este blog un eco del grito de estos activistas.

Os adjunto un artículo en el que podréis saber más de este grupo de gente liderado por el Doctor Poveda.

http://www.religionenlibertad.com/articulo.asp?idarticulo=20771

También os voy a adjuntar un programa de ayuda a mujeres que están en riesgo de abortar o han abortado y se quieren reconciliar con Dios y consigo mismas. El Proyecto Raquel, que conozco gracias a la información de Ana Fernández.

http://www.youtube.com/watch?v=keS05qY9Un0

UN GRUPO DE CANADIENSES FRANCÓFONOS DE QUÉBEC…

Atención a la letra de la canción que va subtitulada en español en la parte de abajo. Para mí es poco frecuente estar tan de acuerdo en lo que se dice incluso cómo se dice… Esta letra entra en el corazón y remueve un poco la conciencia. Sobre todo yo la quiero interpretar como una llamada a la acción y a la esperanza. Debemos recuperar antiguos valores que nos hacen VIVIR. Recibid, como siempre un afectuoso saludo…

http://www.youtube.com/watch?v=K2Ny2_VtArs&feature=youtu.be

OTRO MÉDICO ABORTISTA QUE SE CONVIERTE. ESTA VEZ A CAUSA DE PERDER A SU HIJA A LA QUE LE HABÍAN PRACTICADO UN ABORTO.

Publicado en ACIPRENSA

   «En un testimonio a la emisora radial Rainha da Paz, un médico brasileño que efectuó durante años el aborto relató su dolorosa e intensa experiencia de conversión, iniciada luego de la muerte de su hija.

 El médico comentó que es el único hijo hombre de una familia humilde del interior de Minas, y que «con sacrificio y unión» fue el único que tuvo la oportunidad de estudiar, «pues mis hermanas no terminaron la enseñanza secundaria».

 «Mi madre era una simple costurera que trabajaba hasta las madrugadas para ayudar a mi padre. Mi padre era una guardia nocturno. Por eso se pueden imaginar el sacrificio que hicieron para tener un hijo médico. Luego escogí la ginecología y la obstetricia», afirmó.

 «Entre las mayores dificultades enfrentadas como médico recién formado, choqué con la realidad de lo que es mi profesión. En un largo tiempo los médicos se vuelven ricos, y yo quería más, quería enriquecerme y tener más dinero. Fue así como violé el juramento que hice cuando me formaba para dar la vida, para salvar la vida. Ayudé a muchos niños a venir al mundo, pero también a muchos de ellos no les permití nacer y me enriquecí escondido tras la máscara de la vitalidad», agregó el médico.

Sobre su vida abortista, el experto explicó que «puse un consultorio que en poco tiempo se convirtió en el más visitado de la región. Y saben ¿qué es lo que hacía?: abortos. Y como todos los que cometen el crimen, me decía a mi mismo que todas las mujeres tienen el derecho de escoger y que era mejor que sean ayudadas por un médico para no correr los riesgos de ir a una clínica clandestina donde los índices de muertes son alarmantes».

 «Y fue así, en un ciego e inhumano oficio de medicina, que construí una familia con muchos bienes, muy rica y que nada le faltaba. Mis padres murieron con la ilusión de que su hijo era un doctor bien logrado, exitoso. Crié a mis hijas con el dinero manchado con la sangre de inocentes y fui el más despreciable de los humanos. Mis manos, que debieron ser bendecidas para la vida, trabajaron para la muerte«, agregó.

 Entrando al tema de su conversión, el médico explicó emocionado que «sólo paré cuando Dios en su sabiduría infinita, rasgó mi conciencia e hizo sangrar a mi corazón con la misma sangre de todos los inocentes que no dejé nacer. Mi hija menor, Leticia, dejó de respirar por una infección generalizada luego de haberse sometido a un aborto. Ella, de 23 años de edad, salió embarazada y buscó el mismo camino de tantas otras que me fueron a buscar: el camino del aborto. Y sólo supe de esto cuando ya nada se podía hacer».

«Al lado del lecho de muerte de mi hija, vi las lágrimas de todos esos angelitos que yo maté. Mientras ella esperaba la muerte, yo agonizaba junto a ella. Fueron seis días de sufrimiento para que en el sétimo día ella partiese hacia el encuentro con su hijo, al cual un médico asesino le impidió nacer», comentó.

 «Cansado por las noches que pasé al lado de mi hija, yo soñé que andaba por un lugar absolutamente oscuro y muy húmedo, en el que quería respirar pero no podía, yo quería salir desesperadamente pero fui envuelto por un lugar en donde el estruendo me dejaba atónito. Eran los llantos dolidos de los niños que en mi pensamiento, como si un rayo me cortase por la mitad, veía en mi entendimiento: los llantos eran de dolor, eran los lamentos de los angelitos que yo no dejé nacer. Era la triste consecuencia de mis actos sin pensar, esos llantos que gritaban ¡asesino!, ¡asesino!», afirmó el médico.

 «Asustado para salir de aquel lugar, pasé mi mano por mi rostro para secar mi sudor y mis manos se mancharon de sangre! Aterrorizado grité con toda la fuerza que me quedaba un pedido de perdón: ¡Dios me perdone! Sólo así logré respirar nuevamente y me acordé de que era tiempo de acoger y valorar el último respiro de mi hija, que murió por las consecuencias de la infección que le produzco el aborto. Yo sé eso a través de mi sueño», agregó.

 El experto comentó que «Dios me hizo entender que a partir del momento de la fecundación del óvulo existe vida, por lo que entendí que soy un asesino. No sé si algún día Dios me va a perdonar, pero para restar mi culpa y mi dolor, vendí mi consultorio y todos los bienes que conseguí con la práctica del aborto y con ese dinero, construí una casa de amparo para madres solteras y me dedico hoy a atender y practicar ¡una medicina de verdad!».

 «Hoy soy médico de los pobres, de los desamparados y desvalidos, y los niños que vienen al mundo a través de mis manos son hijos que adopto pues sé que tengo una sola misión: traer la vida al mundo y dar condiciones para que los niños tengan un lugar feliz donde el padre es Jesús. Recen por mí, recen para que Dios tenga piedad de mí y me perdone, porque tengo la seguridad de que participaré del juicio final«, concluyó

Y LUEGO DIRÁN QUE LOS ENEMIGOS DEL ABORTO SOMOS UNOS EXAGERADOS…

Ha muerto recientemente uno de los mayores activistas en contra del aborto, el Dr. Bernard Nathanson,su papel era muy importante precisamente porque durante bastante tiempo estuvo en el otro lado. Aquí os transcribo una carta abierta en la que explicaba su trayectoria y porque al final acabó siendo un gran luchador PRO-VIDA.

Carta abierta del Dr. Bernard Nathanson (1992)

“Soy responsable directo de 75.000 abortos, lo que me empuja a dirigirme al público poseyendo credibilidad sobre la materia. Fui uno de los fundadores de la Asociación Nacional para Revocar las Leyes sobre el Aborto en los Estados Unidos, en 1968. Entonces una encuesta veraz hubiera establecido el hecho de que la mayoría de los norteamericanos estaban en contra de leyes permisivas sobre el aborto. No obstante, a los 5 años conseguimos que la Corte Suprema legalizara el aborto, en 1973. ¿Como lo conseguimos? Es importante conocer las tácticas que utilizamos, pues con pequeñas diferencias se repitieron con éxito en el mundo Occidental. Nuestro primer gran logro fue hacernos con los medios de comunicación; les convencimos de que la causa proaborto favorecía un avanzado liberalismo y sabiendo que en encuestas veraces seríamos derrotados, amañamos los resultados con encuestas inventadas y las publicamos en los medios; según ellas el 60% de los norteamericanos era favorable a la implantación de leyes permisivas de aborto. Fue la táctica de exaltar la propia mentira y así conseguimos un apoyo suficiente, basado en números falsos sobre los abortos ilegales que se producían anualmente en USA. Esta cifra era de 100.000 (cien mil) aproximadamente, pero la que reiteradamente dimos a los medios de comunicación fue de 1.000.000 (un millón). Y una mentira lo suficientemente reiterada, la opinión pública la hace verdad. El número de mujeres que morían anualmente por abortos ilegales oscilaba entre 200 y 250, pero la cifra que continuamente repetían los medios era 10.000 (diez mil), y a pesar de su falsedad fue admitida por muchos norteamericanas convenciéndoles de la necesidad de cambiar las leyes sobre el aborto. Otro mito que extendimos entre el público, es que el cambio de las leyes solamente implicaría que los abortos que se practicaban ilegalmente, pasarían a ser legales. Pero la verdad es que actualmente, el aborto es el principal medio para controlar la natalidad en USA. Y el número de anual de abortos se ha incrementado en un 1500%, 15 veces más. La segunda táctica fundamental fue jugar la carta del anticatolicismo. Vilipendiamos sistemáticamente a la Iglesia Católica, calificando sus ideas sociales de retrógradas; y atribuimos a sus Jerarquías el papel del «malvado» principal entre los opositores al aborto permisivo. Lo resaltamos incesantemente. Los medios reiteraban que la oposición al aborto procedía de dichas Jerarquías, no del pueblo católico; y una vez más, falsas encuestas «probaban» reiteradamente que la mayoría de los católicos deseaban la reforma de las leyes antiaborto. Y los tambores de los medios persuadieron al pueblo americano de que cualquier oposición al aborto tenía su origen en la Jerarquía Católica y que los católicos proaborto eran los inteligentes y progresistas. El hecho de que grupos cristianos no católicos, y aún ateos, se declarasen pro-vida, fue constantemente silenciado. La tercera táctica fundamental fue denigrar o ignorar, cualquier evidencia científica de que la vida comienza con la concepción. Frecuentemente me preguntan que es lo que me hizo cambiar. ¿Cómo pasé de ser un destacado abortista a un abogado pro-vida? En 1973 llegué a ser Director de Obstetricia en un gran Hospital de la ciudad de Nueva York, y tuve que iniciar una unidad de investigación perinatal; era el comienzo de una nueva tecnología que ahora utilizamos diariamente para estudiar el feto en el útero materno. Un típico argumento pro aborto es aducir la imposibilidad de definir cuando comienza el principio de la vida, afirmando que ello es un problema teológico o filosófico, no científico. Pero la fetología demuestra la evidencia de que la vida comienza en la concepción y requiere toda la protección de que gozamos cualquiera de nosotros. Ud. podría preguntar: ¿Entonces, por qué algunos doctores, conocedores de la fetología, se desacreditan practicando abortos? Cuestión de aritmética: a 300 dólares cada uno, un millón quinientos cincuenta mil (1.550.000) abortos en los Estados Unidos, implican una industria que produce 500 millones de dólares anualmente. De los cuales, la mayor parte van a los bolsillos de los doctores que practican el aborto. Es un hecho claro que el aborto voluntario es una premeditada destrucción de vidas humanas. Es un acto de mortífera violencia. Debe de reconocerse que un embarazo inesperado plantea graves y difíciles problemas. Pero acudir para solucionarlo a un deliberado acto de destrucción supone podar la capacidad de recursos de los seres humanos; y, en el orden social, subordinar el bien público a una respuesta utilitarista. Como científico no creo, yo se y conozco que la vida humana comienza en la concepción. Y aunque no soy de una religión determinada, creo con todo mi corazón que existe una divinidad que nos ordena finalizar para siempre este infinitamente triste y vergonzoso crimen contra la humanidad”. Dr. Bernad Nathanson

EL MUERTO. Del blog de Luis y Mª Jesús.

Como casi siempre sigo en el vil vicio del “copy and paste”, (copia y pega), no importa, el caso es que Luis y María Jesús me deleitan con esta breve entrada en su blog* y me dan una bofetada moral que me despierta del sopor intelectual y espiritual en el que a veces caigo, han sido de nuevo capaces de poner las palabras exactas a lo que pienso y no se expresar… a continuación os transcribo:

EL MUERTO.

Isabel regresaba del cine indignada. La película planteaba quien debiera hacerse cargo de un niño que se quedaba solo y, como pretendía ser realista y objetiva, la cuestión se reducía a saber quien cargaba con “el muerto” (con el niño).

Nuestra pequeña nietecita hace las delicias de su madre, a la que adora. Isa es feliz. Pero hay quien le advierte que no se está enfrentando a la vida, que se está escapando de la dura realidad que debería vivir como madre soltera (… es la mentalidad de que un niño es “un muerto”).

También yo he sentido a veces el rechazo de los que no soportan la felicidad de una madre de familia numerosa. Al parecer, debería estar llorosa, agobiada, gorda y desaliñada. Pues, tampoco… curioso desacierto!

Y es que la “Nada” que avanza y se come Fantasía, el lado oscuro que ha conseguido dispersar a los caballeros Jedi, el ojo que todo lo ve y quiere someter a la tierra media…. ese monstruo de mil caras que se alimenta de nuestras mentiras… sabe que su principal adversario es la vida que viene, la felicidad que confía y cree.

Por eso, -por todos los medios- intenta hacernos creer que un niño es una desgracia, “un muerto”, y que solo personas que no son realistas ni objetivas lo pueden ver de otra forma. Mentira podrida.

*(http://luisroa.blogspot.com/ os he hablado de él anteriormente, está en mis enlaces en TESTIMONIOS)