¿CÓMO LEGALIZAR LO IMPENSABLE?

En la actual sociedad de la tolerancia, que no tiene ideales fijos y, como resultado, tampoco una clara división entre el bien y el mal, existe una técnica que permite cambiar la actitud popular hacia conceptos considerados totalmente inaceptables.

Esta técnica, llamada ‘la ventana Overton’ y que consiste en una secuencia concreta de acciones con el fin de conseguir el resultado deseado, «puede ser más eficaz que la carga nuclear como arma para destruir comunidades humanas», opina el columnista Evgueni Gorzhaltsán.

En su artículo en el portal Adme, pone el ejemplo radical de cómo convertir en aceptable la idea de legalizar el canibalismo paso a paso, desde la fase en que se considera una acción repugnante e impensable, completamente ajena a la moral pública, hasta convertirse en una realidad aceptada por la conciencia de masas y la ley. Eso no se consigue mediante un lavado de cerebro directo, sino en técnicas más sofisticadas que son efectivas gracias a su aplicación coherente y sistemática sin que la sociedad se dé cuenta del proceso, cree Gorzhaltsán.

Primera etapa: de lo impensable a lo radical

Obviamente, actualmente la cuestión de la legalización del canibalismo se encuentra en el nivel más bajo de aceptación en la ‘ventana de posibilidades’ de Overton, ya que la sociedad lo considera como un fenómeno absurdo e impensable, un tabú.

Para cambiar esa percepción, se puede, amparándose en la libertad de expresión, trasladar la cuestión a la esfera científica, pues para los científicos normalmente no hay temas tabú. Por lo tanto, es posible celebrar, por ejemplo, un simposio etnológico sobre rituales exóticos de las tribus de la Polinesia y discutir la historia del tema de estudio y obtener declaraciones autorizadas sobre el canibalismo, garantizando así la transición de la actitud negativa e intransigente de la sociedad a una actitud más positiva.

Simultáneamente, hay que crear algún grupo radical de caníbales, aunque exista solo en Internet, que seguramente será advertido y citado por numerosos medios de comunicación. Como resultado de la primera etapa de Overton, el tabú desaparece y el tema inaceptable empieza a discutirse.

Segunda etapa: de lo radical a lo aceptable

En esta etapa, hay que seguir citando a los científicos, argumentando que uno no puede blindarse a tener conocimientos sobre el canibalismo, ya que si alguna persona se niega a hablar de ello será considerado un hipócrita intolerante.

Al condenar la intolerancia, también es necesario crear un eufemismo para el propio fenómeno para disociar la esencia de la cuestión de su denominación, separar la palabra de su significado. Así, el canibalismo se convierte en ‘antropofagia’, y posteriormente en ‘antropofilia’.

Paralelamente, se puede crear un precedente de referencia, histórico, mitológico, contemporáneo o simplemente inventado, pero lo más importante es que sea legitimado, para que pueda ser utilizado como prueba de que la antropofilia en principio puede ser legalizada.

Tercera etapa: de lo aceptable a lo sensato

Para esa etapa, es importante promover ideas como las siguientes: «el deseo de comer personas está genéticamente justificado», «a veces una persona tiene que recurrir a eso, si se dan circunstancias apremiantes» o «un hombre libre tiene el derecho de decidir qué come».

Los adversarios reales a esos conceptos, es decir, la gente de a pie que no quiere ser indiferente al problema, intencionadamente se convierten para la opinión pública en enemigos radicales cuyo papel es representar la imagen de psicópatas enloquecidos, oponentes agresivos de la antropofilia que llaman a quemar vivos a los caníbales, junto con otros representantes de las minorías.

Expertos y periodistas en esta etapa demuestran que durante la historia de la humanidad siempre hubo ocasiones en que las personas se comían unas a otras, y que eso era normal.

Cuarta etapa: de lo sensato a lo popular

Los medios de comunicación, con la ayuda de personas conocidas y políticos, ya hablan abiertamente de la antropofilia. Este fenómeno empieza a aparecer en películas, letras de canciones populares y videos. En esta etapa, comienza a funcionar también la técnica que supone la promoción de las referencias a las personajes históricos destacados que practicaban la antropofilia.

Para justificar a los partidarios de la legalización del fenómeno se puede recurrir a la humanización de los criminales mediante la creación de una imagen positiva de ellos diciendo, por ejemplo, que ellos son las víctimas, ya que la vida las obligó a practicar la antropofilia.

Quinta etapa: de lo popular a lo político

Esta categoría supone ya empezar a preparar la legislación para legalizar el fenómeno. Los grupos de presión se consolidan en el poder y publican encuestas que supuestamente confirman un alto porcentaje de partidarios de la legalización del canibalismo en la sociedad. En la conciencia pública se establece un nuevo dogma: «La prohibición de comer personas está prohibida.»

Esta es una técnica típica del liberalismo que funciona debido a la tolerancia como pretexto para la proscripción de los tabúes. Durante la última etapa del ‘movimiento de las ventanas’ de Overton de lo popular a lo político, la sociedad ya ha sufrido una ruptura, pues las normas de la existencia humana se han alterado o han sido destruidas con la adopción de las nuevas leyes.

Gorzhaltsán concluye que el concepto de las ‘ventanas de posibilidades’, inicialmente descrito por Joseph Overton, puede extrapolarse a cualquier fenómeno y es especialmente fácil de aplicar en una sociedad tolerante en la que la llamada libertad de expresión se ha convertido en la deshumanización y donde ante nuestros ojos se eliminan uno tras otro todos los límites que protegen a la sociedad del abismo de la autodestrucción.

Texto completo en: http://actualidad.rt.com/sociedad/view/125437-legalizar-overton-eutanasia-incesto

EL HUMOR PUEDE NO TENER GRACIA.

Modern family

He visto varios capítulos de la serie “Modern Family”, tiene unos guionistas bastante ocurrentes, es innovadora, fresca y graciosa. En definitiva es un producto televisivo de calidad hecho con profesionalidad. Actores, decorados, montaje, etc…

Reconozco que me he reído con algunos sketchs. Algunas situaciones son francamente divertidas y originales. El problema viene cuando analizamos la estructura moral que sustenta la trama, nos daremos cuenta de que en el mensaje o moraleja de la historia subyace una ideología que, edulcorada con el humor, nos va sumiendo en un ambiente donde se dan por válidas muchas realidades que no son de recibo para un católico (que quiera serlo seriamente). Me explico, dicho de una manera un poco burra, este tipo de series y películas serían un “veneno” moral con aspecto y sabor de caramelo.

Reflexionando sobre todo esto, recordé un libro que leí hace muchos años y que me impresionó mucho. Este libro contaba la historia de Treblinka, un campo de exterminio nazi, y cómo era su día a día. Aparte del terror de las torturas, los asesinatos y la sordidez de todo aquello, recuerdo con especial estupor cómo los nazis, con una gran maestría en la maldad, fueron consiguiendo que los propios judíos del campo, los que estaban asignados a cumplir la tarea de ayudar a eliminar a sus hermanos, tuvieran una cotidianidad, una normalidad en aquel submundo, con sus propios códigos, normas, etc, Como colofón recuerdo que llegaron a crear una banda de música que actuaba en alegres vodeviles y espectáculos de variedades a los que asistían los oficiales de las SS y los judíos. En estas francachelas los propios internos del campo creaban e interpretaban scketchs en los que ironizaban y caricaturizaban escenas y situaciones del día a día del campo que lograban arrancar las risas de víctimas y verdugos. Algunos testigos presenciales afirmaban que cuando se quedaban solos pensando en lo que estaban viviendo se daban cuenta de que esta degradación era mucho peor que las torturas convencionales ya que les había hecho perder profundamente su dignidad.

Yo me dedico a dibujar viñetas de humor como aficionado y me doy cuenta de que la risa no puede estar por encima de todo, la mejor manera y más efectiva de degradar a alguien es revestir la crítica de chiste, si es gracioso todo se justificará por esa risa. Es una tentación en la que es fácil caer y siempre está ahí a poco que te descuides. La ironía convertida en sarcasmo corroe y disuelve. Nos hace olvidar la verdad y nos lleva al relativismo. Me viene a la memoria un grupo de humoristas míticos, los Monty Phyton, y su película más famosa: La vida de Brian. Se burlaban de todo y de todos, reconozco que me reí con algunos chistes, la secuencia final de los crucificados no me la tragaré nunca, hay cosas con las que no se puede, ni se debe bromear.

Muestra también de esta deriva por provocar la carcajada cueste lo que cueste son algunas series de animación para adultos, que han traspasado todas los límites, véase South Park, Padre de familia, o American Dad, que han llevado hasta sus últimas consecuencias la ironía de unos Simpsons cada vez más ácidos. Por no hablar de series de situación españolas en las que el mal gusto es su principal ingrediente. Para tapar la falta de ingenio echan mano de la palabra gruesa y soez, vociferante, de la falta de respeto y de situaciones picantes subidas de tono.

Es parecido a esa frase tan repetida con la que muchos nos justificamos de la diferencia entre “reírse de” y “reírse con”. Yo he visto muchas veces cómo un político responde a una pregunta seria con una salida chistosa que si es afortunada nos hace olvidar la respuesta seria y razonada, quizá más aburrida, que debería haber dado desde la responsabilidad de su cargo.

Como conclusión propongo principalmente dos ideas: que un chiste graciosísimo puede tapar un trasfondo repugnante y que el camino de la risa por la risa puede conducir a la degradación. Que no nos sirva el humor como manta que todo lo tapa, sino que nos invite a la alegría, a reírnos de nosotros mismos de una manera sana. Que sea un humor crítico pero no cruel, que no perdamos de vista la humanidad.

Perdonad si os he cansado, saludos afectuosos a todos.

Que Dios os bendiga.

RESPUESTA A UN COMENTARIO PUBLICADO EN ESTE BLOG.

Hace un par de meses recibí este comentario en el blog, por su interés lo publico íntegramente, así como también la respuesta al mismo:

COMENTARIO:

No es católico atizar la dialéctica guerracivilista, ni siquiera desde la posición de víctima. Tener fe incluye comprender que Dios permite cosas incomprensibles para el hombre. Combatirlas, sí, pero no como se combate en el mundo. ¿Arengas? ¿Demostraciones de fuerza a lo «revolución cultural»? ¿Es católico posicionarte en la puerta del sol para rezar bien a la vista? Dios sabe cuándo y cómo rezas, y no necesita verte por la tele rezando entre turbas demoníacas. Eres católico, amigo, ¿qué coño esperabas?: estás en el mundo pero no eres del mundo, así que no te alteres más de la cuenta. Te matan, ¿y qué? El cielo te espera, ¿no?, y con el martirio además te quitas purgatorio. Ya ves, todo ventajas. ¿Tenemos fe suficiente o no? Recemos para tener más fe, y no por una ley o por un concordato o por una subvención. A Dios, creo, le importa un carajo la subvención y la ley y todo lo demás. Con un ligero aletear de su voluntad podría evitar todo lo que a nosotros nos disgusta, y no lo hace. ¿Sorprendido?

Dime: ¿Qué tragedia hay en que al papa le llamen nazi, comparado con que en el mundo mueran cuarenta mil niños al día por falta de todo?¿Acaso Dios no permite hambrunas donde millones mueren?¿Acaso no permite que nazcan millones para morir de hambre?¿Y acaso el colegio de cardenales no sabía que estaba eligiendo a un papa que había pasado por las juventudes nacionalsocialistas, y que había participado en la guerra del lado del demonio? ¿O me equivoco y acaso el demonio estaba del lado de los buenos? ¿No fue el papa el primer jefe de estado extranjero que reconoció legítimamente el Tercer Reich? ¿Y no es Mussolini quien concedió al  Vaticano la consideración de Estado? ¿Puede ver alguien a Mussolini como un cruzado por la fe?¿Acaso alguien puede creer que el cielo tiene algo que ver con coronaciones de reyes? Hay apariciones que lo dicen, ¿y qué?¿Debemos creernos todo lo que dicen las apariciones?¿Seguimos en la Edad de Piedra?¿Cómo crees que Dios, por muchas apariciones que digan lo contrario, vio que la Iglesia, SU Iglesia, no se pusiera más del lado de las víctimas en el genocidio sólo por temor a que el comunismo, que era el demonio, avanzase?¿Y que el Vaticano participase en la ruta de las ratas por la que miles de nazis escaparon de la justicia?¿Y cómo crees que vio que el próximo San Juan Pablo II, hombre excelente, héroe, mártir casi, desmontase la naciente teología de la liberación sólo por el temor a que el comunismo, que era del demonio, avanzase de nuevo? ¿No predicaban el compromiso con los débiles, como Jesús? ¿Cuántos murieron desde entonces por la explotación multinacional, cuántos indígenas se quedaron sin tierras? ¿Alguien puede estar tranquilo con las fotos de los papas sonriendo al lado de dictadores totalitarios? Dios permitió a los Borgia. Dios permite muchas cosas.

Lo que trato de decir es que nada es tan sencillo como parece, y conviene crecer en la fe y no quedarse en las consignas infantiles. Todo pasa, amigo, nada te turbe, porque tener fe incluye no dejarte llevar de la pasión del mundo. Trabaja, respeta el valor del silencio, sé consciente de lo que la vida es en realidad y no te preocupes del resto. El demonio está instalado en el corazón del hombre desde el principio de los tiempos, y eso hay pocas cosas que el hombre, por bueno que sea, o por romero, pueda hacer para evitarlo.

 

El demonio existe aún porque Dios, el pobre, sólo sabe amar. ¿Será la Iglesia tan amable de enseñarle a odiar? Inventemos el Islam, entonces.

 

En fin, Dios hará sólo si quiere hacer, cómo y cuándo quiera hacerlo. Tener fe es confiar en que todo saldrá como Dios quiera que salga. Incluso una guerra. Incluso un genocidio.

Incluso el mismo infierno en la tierra.

 

Estimado amigo “anónimo católico”,

Me siento alagado por haber atraído tu atención. Una de las razones por las que decidí publicar este blog fue suscitar diálogos alrededor de la fe. Razonas y presentas muchos y muy diversos argumentos. Reconozco que algunas cosas que dices no acabo de entenderlas bien. No sé si has escrito este comentario esperando una respuesta, aunque no sea así me gustaría hacerlo. Perdona si no soy ordenado:

Entono el mea culpa, mi blog adolece de utilizar muchas veces un tono que tu llamas guerracivilista. Es cierto, después de escribir, cuando ha pasado algún tiempo veo que quizá proyecto una imagen un tanto crispada, esto es así porque muchas veces escribo a golpe de indignación, en medio de un cabreo tremendo por lo que veo a mi alrededor. Pero está bien, intentaré enmendarme.

Me llama la atención que te moleste que la gente exteriorice sus sentimientos religiosos públicamente, pero, ¿no toman la calle los gays, los obreros, e incluso los forofos del fútbol?… no veo qué tiene de malo el hecho de que alguien rece en la calle, y menos comprendo que eso provoque la ira y la violencia de otras personas.

Llamas nazi al papa sin pararte a informarte a fondo sobre el tema, ¿tú crees que todos los que formaban el ejército rojo en la guerra civil española eran marxistas? Y lo mismo ocurrió en la zona nacionalista. Todos los jóvenes fueron obligados a alistarse e ir a la guerra o habrían sido fusilados, así mismo ocurrió en la Alemania de la II Guerra Mundial, Ratzinger era apenas un adolescente de 14 años cuando fue llamado a filas junto a toda su generación…

“…Hasta 1939 ningún seminarista había entrado en las Juventudes Hitlerianas. Pero el régimen exigió a partir de marzo la afiliación obligatoria. Hasta octubre, la dirección del Seminario se negó, pero luego no pudo impedir el inscribirlos. Así le sucedió también a Joseph Ratzinger, a sus 14 años. Un testigo relata (según el Frankfurter Allgemeine Zeitung) que los seminaristas eran una «provocación» para los nazis: se los consideraba sospechosos de estar en contra del régimen. En un escrito del Ministerio de Educación se lee que la pertenencia obligatoria a las Juventudes Hitlerianas «no garantiza que los seminaristas realmente se hayan incorporado a la comunidad nacionalsocialista de los pueblos».

A los 16 años, fue llamado a filas, como tantos jóvenes de las Juventudes hitlerianas que al final de la guerra fueron militarizados (los llamados Flakhelfer: ayudantes de artillería antiaérea) y se lo destinó a la protección de la fábrica de BMW en Traunstein, en las afueras de Múnich, ciudad que fue bombardeada masivamente. Prestó servicio entre abril de 1943 y septiembre de 1944. En este tiempo asistió al instituto de segunda enseñanza «Maximiliansgymnasium». A las preguntas de un superior, contestó que quería ser sacerdote. Estuvo luego, tras la instrucción básica, destinado en Austria, concretamente en la protección anti-tanque.

En 1944 comenzó su entrenamiento básico en Hungría, tomó parte en el «Reichsarbeitsdienst» que era un servicio de estrategia nazi, donde él, junto con otros compañeros, construyeron sistemas para cerrar el paso a diferentes tanques de guerra. Ratzinger desertó en los últimos días de la guerra, pero fue hecho prisionero por soldados aliados en un campo cerca de Ulm en 1945…”

Wikipedia

Dices que las apariciones sólo las creen quienes aún viven en la Edad de Piedra. Te invito a leer esta cita de Jean Prieur aunque es larga no tiene desperdicio, todo lo que dice lo suscribo totalmente:

”… cuando todo se haya desmitificado, desacralizado, esterilizado, cuando con todo cuidado se haya cerrado un cielo «donde por otra parte no hay nada ni nadie», ya no quedará del cristianismo sino una actividad social, mucho menos eficaz que la de los sindicatos y que siempre será sospechosa; solo quedará una filosofía que otros filósofos, mejor formados, podrán siempre impugnar y combatir. Solo quedarán esas revistas con hermosas fotos, hermosas encuadernaciones en colores que traten de los asuntos de este mundo con menos competencia y valor que los que se dedican a este oficio.

A los que tienen sed de sobrenatural y de supervivencia, y son muchos, no les quedará sino volverse hacia las doctrinas orientales, aparejadas con todos los prestigios del exotismo, hacia las ciencias ocultas que representan el aspecto material (¡y qué lucrativo para aquellos y aquellas que las practican!) de las realidades invisibles.

Son miles de personas de buena voluntad las que, decepcionadas por un cristianismo que reniega de sí mismo y que renuncia a sí mismo, se vuelven hacia el Zen, mientras apóstoles con vestidos de azafrán desembarcan en nuestras puertos, perdón: en nuestros aeropuertos; Occidente se ha convertido en tierra de misión. Durante este tiempo, ¡cuántas iglesias en el campo están en venta! La apertura al mundo no habrá convertido al mundo y cristianos avergonzados andarán errantes por santuarios despoblados.

Arrojad lo sobrenatural de los Evangelios: solo quedará la historia de un agitador religioso, condenado a la vez por los sacerdotes de su país y por la potencia ocupante, historia tan insignificante que los historiadores latinos y judíos del siglo I no consideraron necesario hablar de ella, admitiendo que la conocían.

¿Qué queda de ese libro sagrado cuando se han sacado de él los ángeles y los demonios, las apariciones, las visiones, los éxtasis, las predicciones y los milagros?

¡Desafortunados milagros! no tienen buena prensa en la hora actual. Antiguamente, eran atacados por los materialistas, hoy son algunos teólogos los que dirigen el ataque. Lo mismo que ya no es necesario tener voz para hacer una carrera de cantante, tampoco es necesario creer en Jesucristo para hacer una carrera de teología. Es más bien un handicap, porque no se hablará ni de tu persona ni de tus libros… ( ) …El que rechaza la existencia de los espíritus debe, en buena lógica, rechazar también la existencia de los ángeles. El que rechaza la existencia de los espíritus no puede admitir la vida después de la muerte, puesto que los espíritus de hoy son los hombres de ayer. Y los hombres de hoy serán los espíritus de mañana. Ni espíritus, ni ángeles, ni resurrección: hay una relación muy profunda entre estas tres negaciones. Y el que niega la existencia de los espíritus, de los milagros, de los ángeles, de la inmortalidad, termina negando pura y simplemente la existencia objetiva de Cristo… ( ) …Un sacerdote que se prodigaba en los salones y en las mesas redondas mundanas y televisadas, declaraba en sus conferencias: «No es importante que Cristo haya existido históricamente…( ) …En cuanto al teólogo protestante en que él se inspiraba, su pensamiento se resume así: Jesús no existió realmente. Su vida parece construida de tal manera para ser admirable que solo puede tratarse de un espejismo, de un fantástico sueño de la fe. Su vida es una leyenda demasiado bella, demasiado extraordinaria para ser verdadera. Esta leyenda fue inspirada por Dios a los que se llama los apóstoles: a Pedro, a Pablo, a Juan.

El Evangelio es una alegoría de cuentos alegóricos. El Evangelio es un mito del que Dios se sirvió en el siglo I porque los hombres de aquel tiempo no comprendían otro lenguaje. El mito del Mesías, el mito del Hijo de Dios que se sacrifica para redimir a los hombres, el mito del Salvador que muere para borrar los pecados eran lo que mejor se adaptaba a la situación mental de la época. En resumen, Jesús no existió realmente, pero sin embargo fue enviado por Dios bajo la forma de una leyenda… ( ) … Fue Dios quien imaginó a Cristo y el que lo envió a los hombres bajo la forma de esta hermosa ficción. Cuando se han abandonado los milagros, los sueños, las apariciones, las profecías, los mensajes, los éxtasis, todas las  incursiones del mundo invisible, ¿qué queda? Un Dios incoloro, muy lejano, muy solo en un cielo donde no hay ni Cristo, ni ángeles, ni santos, ni resucitados. En definitiva, ese Dios separado, alejado, abstracto, también es negado…”

También acusas muy duramente a la Iglesia, habría que matizar muchísimo y hacer un examen en profundidad de cada uno de los tema que sacas a colación. Te sorprenderían las conclusiones que saldrían de un análisis neutral y serio. Un análisis que tuviera en cuenta el contexto histórico de cada episodio, te darías cuenta que muchas de esas supuestas páginas negras no son sino grandes calumnias repetidas automáticamente por sectores enemigos acérrimos de la Iglesia que quieren hacer realidad la máxima de Goebbels: ” una mentira mil veces repetida se convierte en una verdad.”

Pero aún así está claro que la Iglesia no es perfecta, han existido y existen deficiencias, pero no tantas como arguyen sus detractores. Habría que subrayar que la Iglesia es la única institución donde la crítica nace siempre de dentro y termina asumiéndose en concilios y reformas parciales.

Para mí la forma correcta de posicionarse frente a estos pequeños y grandes pecados de nuestra Iglesia debería ser similar a la que adopta un hijo respecto a los defectos de una madre. No obstante creo firmemente que el Espíritu Santo siempre ha estado presente en la historia de la barca de Pedro. Hasta en sus periodos más oscuros, el testigo del mensaje del Evangelio ha pasado de una generación a la siguiente. Más sangrante aún es para mí ver como personas que se autocalifican como católicos olvidan los enormes servicios que la Iglesia católica ha brindado a la humanidad.

Luego dices que no podemos cambiar nada, sostienes una especie de creencia en la predestinación parecida a la de los luteranos. No creemos lo mismo los católicos, aunque no de una manera absoluta (estamos limitados por muchas circunstancias) tenemos libre albedrío, y a través de nuestra voluntad e iniciativa podemos claramente cambiar el mundo. Muchas cosas increíbles se han conseguido solamente con ayuno y oración. Siempre invitados a las buenas acciones por Dios es el hombre el que al fin decide lo que hace o no hace. Dios respeta exquisitamente nuestra libertad, y este respeto llega a tal extremo que tristemente algunos hombres acaban entregándose al mal y perdiendo su alma. No, no somos marionetas del destino.

Y para acabar, me gustaría citar a Chesterton:

“En cuanto el hombre deja de estirar del hilo en contra de la Iglesia católica, nota un tirón hacia ella; en cuanto deja de abuchearla, empieza a escucharla con deleite; en cuanto intenta ser ecuánime en cuanto a ella se refiere, comienza a sentirse orgulloso de ella. Ahora bien, cuando el afecto sobrepasa un determinado punto, empieza a adquirir el aspecto de la grandeza trágica y amenazadora de los grandes amores”

Querido amigo “anónimo católico”, me he dejado muchas cosas en el tintero, pero no quiero ser demasiado pesado, no abandones la búsqueda de la verdad, no desesperes en la persecución de sentido, la fe católica no puede ser abarcada solamente con la razón pero eso no quiere decir que no sea razonable. Abandona el abucheo, juzga con ecuanimidad y pronto estarás remando en la dirección adecuada. No olvides que se nos ha dicho: quien no recoge conmigo, desparrama…

Recibe un sincero y afectuoso saludo de Juanjo Romero.

ENTREVISTA A RAYMOND MOODY.

Esta mañana he encontrado en el ABC una entrevista a un personaje que sigo desde que leí «Vida después de la vida», todo lo que he leído de él me parece creíble. Os transcribo esta pequeña pero sumamente interesante entrevista que ha hecho Virginia Ródenas:

Hacia la luz

Moody (Porterdale, EE.UU., 1944), doctor en Filosofía y Psiquiatría, fue psiquiatra forense en el hospital estatal de máxima seguridad de Georgia, «el trabajo que más me ha marcado». Con su libro «Vida después de la vida», en el que establece con entrevistas el patrón que siguen las experiencias cercanas a la muerte (ECM) y del que ha vendido más de 15 millones de ejemplares, reabrió en Occidente el debate de la supervivencia de la conciencia. Ha sido la estrella del Foro Internacional de Ciencias Ocultas que se celebra hasta el domingo en Príncipe Pío (Madrid).

 

Su estudio empírico sobre cientos de experiencias cercanas a la muerte (ECM) demuestra que estas siguen un patrón.

-La gente dice que abandona su cuerpo, que lo ven desde arriba, que va por una especie de pasillo, llega a una luz brillante, en la que siente compasión y amor absolutos, que amigos y familiares que han muerto la esperan, y tiene un recuerdo panorámico en el que ve toda su vida; y todo eso sucede al mismo tiempo y de forma instantánea. Y ahora sabemos que esa pauta también la han seguido personas al cuidado de moribundos.

-La mayoría le dijo que no quería volver a la vida.

-Lo que dicen es que no quieren dejar ese estado de consciencia. Unos vuelven porque tienen cosas pendientes, pero no saben cuáles y es frustrante, aunque años después de la ECM pudieran ver el qué; otros pudieron elegir, y la razón más poderosa para volver de cuantos entrevisté fue que tenían hijos pequeños.

-¿No habló con nadie que en vez de ascender a la luz hubiera descendido a las tinieblas?

-Sí, sí. A veces hay experiencias negativas, el problema es que son muy difíciles de estudiar porque son pocas. Según la encuesta Gallup de 1982 sobre las ECM, de ocho millones de norteamericanos que declaraban haber tenido esta experiencia, solo para el 3% fue negativa, y todas variadas, así que no es posible establecer un patrón como en las positivas. Además, el que la sufre no está tan dispuesto a contarla.

-Ante el más allá, ha defendido que importa más la duda reflexiva que una afirmación peregrina.

-Así es. Antes de entrar en Medicina yo era catedrático de Filosofía y de Lógica, y estoy de acuerdo con Platón en que la cuestión de la vida tras la muerte es la pregunta más importante de nuestra existencia y estamos obligados a utilizar tan buen razonamiento como sea posible, conscientes de que es una pregunta muy difícil y no se debe responder con ideologías.

-¿Y usted, qué cree? ¿Hay vida tras la muerte?

-Nunca me vi expuesto a las ideas de la religión hasta que estudié a Platón, así que para mí ha sido un proceso dificilísimo. Pero hace unos años, revisando todo lo estudiado, vi que no me enfrentaba a lo que la realidad me ponía delante. Sí, para mi sorpresa, sí parece que es verdad que hay vida, y con las experiencias idénticas de cuidadores de moribundos se elimina casi por completo que sea un proceso neurofisiológico del cerebro, porque los que están al lado del enfermo también lo viven y no están enfermos.

-¿Persigue dar sentido a la vida o perder el miedo a la muerte?

-Perdí el miedo a la muerte hace muchísimo tiempo y 14 años atrás hubiera estado dispuesto a morir, pero adopté con mi mujer a un niño y luego a una niña, así que quiero quedarme para verlos crecer.

-¿Ha contemplado la trascendencia del hombre?

-Sí, aunque me costó darme cuenta porque no es mi manera normal de pensar. Las ideas de Platón, tan interesado como nosotros en las ECM, han sido muy persuasivas. Y ahora empezamos a desarrollar herramientas racionales para estudiar todo esto. En mi trabajo ha sido básico el rigor, dar solo información verificada por mí y por cualquiera. Para mí es importante poder mirarme al espejo cada mañana y decir «ese es un tipo que no confunde a la gente».

-¿Y qué pinta usted en un foro de ciencias ocultas?

-Educar es muy importante. Me lo inculcó mi padre, cirujano, militar y primer miembro de su familia que iba a la Universidad. Me decía: «Si logras licenciarte y llegas a ser catedrático, tienes una responsabilidad pública de compartir tu conocimiento». Por eso nunca quise confinar mi trabajo a círculos académicos.

-Parece hecho a todo. ¿Qué le sobrecogió?

-La respuesta del profesor Ritchie, graduado con solo 20 años en Física, la primera persona a la que entrevisté por una ECM. «En la visión panorámica de mi vida —dijo— señalaba todos mis logros académicos y materiales, pero a la luz brillante no le interesaba eso, solo si había aprendido a amar». ¡Un tío tan brillante y sentía que el final de la vida de lo único que trata es de eso, del amor! Me afectó mucho.

SOLIDARIDAD ENTRE MUSULMANES…

Profundamente afectado por las imágenes y noticias que nos van llegando de Somalia, empiezo a reflexionar sobre la forma de ayudar a estas personas, y caigo en la cuenta de que Somalia está relativamente cerca de la península arábiga, los somalíes son musulmanes y tienen al lado a los grandes jeques del petróleo, musulmanes también y caigo en la cuenta de que nunca he tenido noticias de que estas personas ayuden a sus hermanos en el Islam. De los súper ricos árabes del petróleo solo conocemos el lujo desaforado, los gastos inmensos, la subvención de macromezquitas en países occidentales, etc… Mientras tanto la poca o mucha ayuda que les llega a los somalíes es de los países cristianos, tan odiados por los integristas islámicos. Todo esto, hoy en día no se puede decir, criticar de cualquier modo el Islam es motivo de excomunión y anatema por parte del poderío progre, pero a pesar de eso me niego a dar por buenas las constantes consignas que nos lanzan abierta o solapadamente los medios de comunicación de masas en aras de lo “políticamente correcto” y que vienen a decir que todas las religiones son iguales y que lo único que las diferencia son matices culturales. Relacionado con este tema he leído hoy una interesantísima reflexión que hace un investigador árabe-palestino, Jaled Hroub de la Universidad de Oxford, que escribe un artículo en el diario Al-Hayat en el que examina el papel de los países árabes y musulmanes en relación con la ayuda a Haití, calificándolo como una desgracia. Llama a los árabes a prestar atención a la difícil situación de varias naciones alrededor del mundo en lugar de centrarse únicamente en sus propios asuntos:

«La ausencia de alguna ayuda gubernamental o no gubernamental de los países árabes y musulmanes al pueblo haitiano afectado por el desastre es una desgracia en el sentido más amplio del mundo. La mayoría de los gobiernos árabes muestran una impotencia increíble, y los árabes ricos dentro y fuera del mundo árabe, que gastan millones en celebraciones y juergas de compras tontas, estuvieron igualmente ausentes del lugar. … Incluso los medios de comunicación árabes… no le atribuyen ni le atribuyeron suficiente importancia a este desastre. Si lo hubiesen hecho, podrían haber aumentado la sensibilidad pública y fortalecer los sentimientos de solidaridad y de compasión humana por las víctimas. Después de reseñar las noticias abrasadoras del terremoto en los primeros días, esta rápidamente detuvo sus reportajes sobre el terremoto y sus desastrosos resultados. Los lectores en los portales de noticias en árabe escribieron comentarios repugnantes, diciendo, por ejemplo, que Alá había castigado a este país repleto de miseria y a su pueblo por su corrupción y libertinaje… Nuestra retorcida mente religiosa, y nuestras nociones de recompensa y retribución divina, han inculcado en nosotros una enfermiza y mecánica forma de pensamiento que no deja espacio para ningún sentimiento humano. Esta desgracia no es más que una de las características de lo que puede ser visto como nuestra vergonzosa época árabe… Una característica interesante de la lista de los países que han prestado ayuda a Haití es la ausencia de todos los que empuñan la espada contra el ‘imperialismo’. Chávez, ese luchador revolucionario, que tanto habla en contra de los Estados Unidos en América Latina, no ha puesto a Venezuela en la lista de países que ofrecen ayuda… La ayuda extendida por Venezuela ha sido insignificante, si no simbólica… Lo mismo es cierto a la ayuda simbólica extendida por Irán… La ausencia de organizaciones de caridad musulmanas en estas situaciones de] desastre es igualmente una desgracia. Todo lo que hemos visto es parte de una ayuda simbólica otorgada por las organizaciones de caridad y las organizaciones semi-gubernamentales en Kuwait, los Emiratos Árabes Unidos, Qatar, Jordania y el Líbano. Estas organizaciones misioneras y su retórico da’wa se limita a ayudar a los musulmanes, y únicamente parece responder al dolor musulmán. El dolor de los no musulmanes no merece una reacción… Las estridentes declaraciones y la retórica revolucionaria y misionera de estas organizaciones parecen estar en proporción contraria a sus acciones. El ruido que estas producen llega a compensar su falta de acción… Cuando las catástrofes afectan a los mismos países árabes y/o musulmanes, sus hermanos y correligionarios continúan destacando en su insolidaridad. Basta para ello mirar las listas de donantes de organizaciones internacionales. Estos países musulmanes afectados por catástrofes reciben casi exclusivamente auxilios de los países que los gobiernos musulmanes califican de infieles, de ese Occidente al que desprecian y odian en lo más profundo de su ser. Los musulmanes son incapaces de ayudar a sus minorías, aún a pesar de que esas ayudas externas proceden de correligionarios occidentales de las minorías a las que les niegan el pan y la sal. El mismo Vaticano criticó el viernes 27 de agosto de 2010 a las organizaciones de socorro en Pakistán porque discriminan contra los cristianos pakistaníes cuando distribuyen las ayudas, y eso que esas ayudas que Pakistán recibe son mayormente del mundo cristiano.

Tiempos graves y hombres mediocres: la hora del cristianismo

Reproduzco por su interés la entrada en el blog de César Uribarri (religionenlibertad.com) http://www.religionenlibertad.com/articulo.asp?idarticulo=16332 .Me ha interesado muchísimo porque hace un diagnóstico bastante completo de la situación actual vista desde una perspectiva cristiana.

Mientras algunos se empeñan en hacer befa de lo católico como el bien pagado Wyoming -al que dicen humorista español-, y otros en hundir no en catacumbas, sino en el exterminio, a todo lo católico -como demandaba públicamente el otrora cristianísimo Peces Barba-, constatamos día a día como culturalmente occidente no sólo ha perdido el alma sino que se empeña en combatir crudamente lo católico. Porque ambas cosas van de la mano: primero se pierde el sentido del bien y del mal, y luego se combate a quien sólidamente ofrece un bien y denuncia un mal. Pero la sima en la que yace occidente es más profunda de lo que aparenta. Y es que quien podría iluminar el alma perdida, devolver el sentido de lo bueno y lo malo, tampoco se encuentra en posición de fuerza: los males en la Iglesia son manifiestos. Hoy, institucionalmente, la Iglesia tampoco es una fuerza regeneradora. Y las almas se encuentran, tantas veces, sin pastores. Y las sociedades sin guías.

 
 

No hay luz suficiente para iluminar un norte perdido, pero el camino por el que transita nuestra modernidad se halla, a día de hoy, en una encrucijada desconcertante, inesperada. El corazón de occidente se desmorona, entendiendo por corazón el lugar de los tesoros, de las motivaciones e ilusiones: bienestar, riqueza, placer. Quisimos abandonar a Dios por las riquezas, ahora, sin riquezas, hemos perdido nuestro dios y las sociedades económicamente colapsadas, empezarán a manifestar su colapso moral. ¿En qué sentido? En el siguiente:

 
 

La imposibilidad de acceder al paraíso terrenal metódicamente publicitado (riqueza, bienestar, placer) lleva a la búsqueda de soluciones inmediatas en lo que sería un refugio a la desilusión. Y a ese refugio se accede fácilmente por tres puertas: sexo, droga, desesperanza. Pero las tres son destructivas. Y las tres engendran violencias. A veces las violencias son familiares y en cierto modo no traspasan la frontera de lo íntimo sino a nivel estadístico: muertes por violencia doméstica, delitos sexuales, abusos en el ámbito familiar… Pero cuando la situación social no permite una salida evidente de ese refugio, porque no puede ofrecer alternativas, los más fuertes, los menos sensibles, aprovecharán los malestares reales u orquestados, para dar rienda suelta a su desilusión.

 

Más claro: occidente se ofreció en holocausto al dios consumo. Hoy la diabólica divinidad pide su víctima: el colapso del sistema económico es algo superior a las malas artes de patéticos gobernantes. Otros hubieran amortiguado el golpe, pero el golpe acabará cayendo. Quisimos crecer exponencialmente, todo a base de acceso al crédito. Abandonamos familia, natalidad, humanidad, Dios, por más horas, más rendimiento, más dinero. Pero crecer a base de deudas se ha demostrado crecimiento de suma cero: llega un momento en que todo termina bruscamente. La pirámide cede en algún punto y todo se viene abajo. El acceso al mercado de trabajo colapsa y con él millones de personas quedan al margen de la sociedad. Se deja de generar el flujo económico necesario para mantener el sistema y los países con un nivel de gasto extraordinario son los primeros en caer: Grecia ha colapsado; ha colapsado Islandia; Irlanda más de lo mismo; Portugal tiembla ante su futuro; España juega a engañar a los suyos; Italia se esconde tras toneladas de basura en Nápoles; Francia se agarra a la deuda pública en feroz crecimiento; Estados Unidos mantiene 44 millones de cartillas de alimentos y mira con horror el 2 de agosto porque ya no tiene fondos con los que mantener su gasto…

 
 

Este es el panorama. La cruda realidad. En lo que se vaticinan años calientes. ¿Qué hay en juego? Humanidad o sistema. Y se ha optado por sistema. Y cuando se opta por un sistema a costa de la misma realidad, la realidad despreciada se acaba sometiendo a un sistema que se vuelve cada vez más inhumano.

 
 

En este escenario de incertidumbre económica, de ausencia de salidas razonables, ¿cómo se gestiona una población sin resortes morales, individualista y desesperanzada? A medida que la situación se agrava, el acceso al sistema se dificulta, van surgiendo movimientos al margen del sistema, impulsados por un liderazgo evidente, y esos liderazgos son impredecibles. En algunos casos la gestión de la insatisfacción será reconducible por fuerzas políticas experimentadas (como el movimiento 15M español, hijo bastardo de la izquierda más radical, que ha sabido explotar la indignación causada por sus mismas políticas). En otros casos generarán liderazgos políticos desconocidos a los que se irán sumando los que quedaron al margen de un sistema que ni comprendían ni querían. Y no ha de extrañar: tanto el consumismo como el comunismo son inhumanos, pero el primero apela a la molicie desilusionando poco a poco y volviéndose odioso cuando no puede ofrecer más, mientras que el segundo apelando a la justicia, puede dar ilusiones cuando el odio ha entrado en el alma.

 
 

Y esa es la bestia que asoma de nuevo: el estatalismo anticristiano, que de suyo e históricamente, tiende a la globalidad. Y este es el nuevo enfrentamiento que se percibe: o el mantenimiento del sistema a cualquier coste (lo que exige disminuciones masivas de la población, para que los menos ingresos, los menos recursos, puedan mantener en el mismo estándar de calidad a quienes los gocen), o el cambio del sistema por un estatalismo anticristiano.

 
 

En ambos casos el odio a los principios morales es evidente. Entonces, ¿dónde queda el pensamiento cristiano, la intelectualidad cristiana, que antaño reordenara el mundo? ¿No se hace necesario replantear la situación? ¿No se hace necesario volver a ofrecer salidas a esta encrucijada? Es la hora de que la inteligencia católica vuelva a despertar del letargo, de la entrega al consumismo, del mantenimiento de una tecnocracia que ha favorecido la muerte del alma. Por todo ello han dicho muchos pensadores que o Europa o será cristiana o no será. Pero cabe el no será. Y si no se aportan soluciones valientes, de grandes hombres, no habrá humanamente una alternativa a las dos fuerzas que ya amenazan los tiempos venideros. Lo cierto es que mirando lo que hoy hay en la Iglesia, en sus hijos, no se percibe una fuerza regeneradora capaz, tal es el estado de la Iglesia.

¡CÁSPITA! COSPEDAL EN EL CLUB BILDERBERG…

Llevo tiempo sin comentar nada del Club Bilderberg, esta tarde me encuentro sorprendido con que la flamante presidenta de mi región, Mª Dolores Cospedal va invitada a la próxima reunión de este misterioso grupo en Suiza. Parece ser que suelen ser invitadas personas influyentes y si son capaces de concitar apoyos entre los miembros de este foro acaban subiendo como la espuma, por poner un ejemplo muchos presidentes de USA han sido invitados previamente a su elección. En consecuencia ésta puede ser una señal de la estrella ascendente de Cospedal. Me recelo que viendo la pátina masónica del club, María Dolores caiga bien ya que parece que no es una persona muy cercana a los postulados de la Iglesia Católica sobre reproducción y sexualidad (recordemos que Cospedal tuvo a su hijo a través de inseminación artificial). Veremos que queda de todo esto. Os adjunto el artículo tal como aparece en http://www.eldigitalcastillalamancha.com http://www.eldigitalcastillalamancha.es/articulo.asp?idarticulo=91232.

BOMBAZO INFORMATIVO

Cospedal viaja a Suiza para intervenir en el Club Bilderberg junto a la élite mundial

 

Lo acaba de publicar en exclusiva El Semanal Digital. La secretaria general del PP y presidenta electa de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal, se une al selecto Club Bilberberg por invitación. Cospedal participará esta semana en la reunión que anualmente celebran los miembros de una organización que está considerada como el Gobierno mundial en la sombra. Tendrá lugar entre el jueves y el domingo en Saint Moritz, una ciudad turística enclavada en el sudeste de Suiza.

Muchos de los compañeros de Cospedal sabían que a partir de este miércoles tenía previsto tomarse unos días de descanso tras la intensa campaña electoral y el accidentado traspaso de poderes del Gobierno de José María Barreda, pero lo que la mayoría desconocía -porque hasta la fecha lo ha llevado con discreción- es que sus «vacaciones» pasaban por el Club Bilderberg, según ha podido saber El Semanal Digital. De hecho, es un compromiso que adquirió allá por el mes de diciembre, tal como informan en el citado periódico Antonio Martín Beaumont y Ana Isabel Martín.

El misterio siempre ha rodeado a una organización fundada en 1954 y por la que han pasado -y siguen pasando- los hombres y mujeres más poderosos del planeta, especialmente jefes de Estado y de Gobierno y empresarios de la élite mundial, sobre todo banqueros.

Deliberaciones secretas

El año pasado la reunión anual se celebró en España, concretamente entre el 3 y el 6 de junio en el Hotel Dolce de la localidad barcelonesa de Sitges. Y entre fortísimas medidas de seguridad (unos 350 mossos d´Esquadra), dado que la prensa tiene terminantemente prohibido el acceso a las instalaciones y a los invitados. De hecho, las deliberaciones de este club son secretas, lo que contribuye a alimentar todo tipo de leyendas y especulaciones en torno a su poder en la sombra.

Por parte de España acudieron la Reina Sofía; José Luis Rodríguez Zapatero; el presidente de Acciona, José Manuel Entrecanales; el consejero delegado del Grupo Prisa, Juan Luis Cebrián; el director general de La Caixa, Juan María Nin Génova; y el ex ministro Pedro Solbes. Otras de las personalidades españolas que han pasado en los últimos años por sus reuniones son el Rey Juan Carlos, Rodrigo Rato, Joaquín Almunia, Josep Borrell y Javier Solana.

En la mesa de deliberaciones del Club Bilderberg se han sentado, como recuerda el periodista Daniel Estulin en su libro Los secretos del Club Bilderberg, Angela Merkel, Tony Blair, Donald Rumsfeld, Bill Clinton, Paul Wolfowitz, Henry Kissinger, José Manuel Durao Barroso, David Rockefeller y Jacques Chirac, entre otros muchos mandatarios de primer orden.   

 

DIGNIFIQUEMOS LA POLÍTICA.

Es un lugar común, lo oyes por todas partes: los políticos son corruptos, la excepción es un político que no robe. Todos pensamos esto en mayor o menor medida. Cualquier persona que dure en un cargo político es sospechosa de corrupción. ¡Qué gran tragedia! Cuando un pueblo se divorcia de sus gobernantes nada bueno se avecina.

A lo que vengo dando vueltas en mi cabeza es que la culpa no es sólo de ese político que se corrompe, muchas veces hay hombres honrados que se meten en política y a la primera de cambio, a la primera mezquindad que perciben, a la primera zancadilla, abandonan. Entiendo que debe ser duro encontrarte con actitudes de ingratitud una vez que has apostado por participar en el juego político con un verdadero espíritu de servicio. Vengo viendo cada vez más a gente que por su formación, cultura, posición económica y social estarían llamados a erigirse como representantes de los ciudadanos y acaban por no entrar en política solo por comodidad. Por no situarse en el disparadero. Al final he llegado a la conclusión de que muchas veces para que el mal triunfe solo hace falta que los hombres buenos no hagan nada. Si queremos que nuestros países, gobiernos, naciones no se hundan en la corrupción, en las calamidades y en la guerra debemos trabajar por volver a dignificar la política, necesitamos una nueva generación de políticos comprometidos y con una verdadera vocación de servicio. Asumamos cada uno nuestra pequeña parcela de responsabilidad, sin temor, trabajemos porque una nueva ola regeneradora sea posible.

Recemos por ello, por la cuenta que nos trae.