Cuando nombraron ministro de justicia al Sr. Caamaño algunos medios señalaron su condición de masón. En un principio nada de especial debería tener la vida privada de cualquier español que llega a un cargo de responsabilidad en la administración. Debería dar lo mismo que perteneciera a los Boys Scouts, la Asociación de Amigos del Burro o a la Cofradía de la Virgen del Amor Hermoso… el problema viene cuando constatamos que todas y cada una de las medidas que va proponiendo y adoptando se adhieren totalmente al corpus programático de la masonería. Así, en un ministerio con unos problemas tan acuciantes como la absoluta sobrecarga de trabajo en los juzgados, el Sr. Caamaño se dedica a temas como abrogar a favor del aborto (ninguneando el derecho a la objeción de conciencia de los médicos) y la retirada de los símbolos religiosos de la escuela pública.
La realidad da cada vez más la razón a los denominados “conspiranoicos” va a resultar que no son tan paranoicos como creíamos.
Si quieres leer algo sobre la masonería, en este blog publiqué una entrevista a un ex masón la mar de interesante.
La entrada de la que os hablo está publicada en la categoría «masonería» el 7 de noviembre de 2008, es una entrevista a Maurice Caillet.
Si no estoy en un error y esto se puede consultar en las hemerotecas, Caamaño ha desmentido pertenecer a la masonería.
Si fuera masón no lo habría desmentido públicamente, simplemente lo habría obviado o hubiera sido ambiguo.
Las diferentes ideologías (siempre que no sean radicales), sean de carácter espiritual o meramente político, nos hacen crecer intelectualmente para, cada vez, tener mejor discernimiento de la realidad.
Por otro lado, si nuestra intención real es la integración multicultural, que mejor muestra de respeto a nuestro prójimo que no obligarles a “comulgar” con imágenes que no forman parte de su religión. Sólo existen dos opciones: poner todos los símbolos de las distintas religiones aceptadas por el estado o, mucho más económico y razonable, quitarlos todos.
Saludos.
Discrepo de tu opinión, yo creo que Caamaño es masón.
Sobre la integración multicultural hay mucho que discutir, yo no obligo a «comulgar» con mis creencias a nadie, lo único que ocurre es que estamos en España, un pais cuya formación e historia esta inmersa en el catolicismo, de tal manera que es prácticamente imposible ignorar esta realidad, aún cuando seas un español ateo, la religión católica tiene un papel determinante en tu «background», en el conjunto de ideas y pensamientos que conforman la cultura de un humano. Ideas tan enraizadas en el subconsciente colectivo que hacen que cualquier tentativa de ignorarlas está abocada al fracaso por ser artificiosas y relativistas. Además pienso que es crear un problema donde no existía, pues no se detecta un clamor social en contra de estos símbolos. Si el problema son las minorías musulmanas mi pensamiento es que deben adaptarse a nuestras costumbres puesto que ellos han venido a un pais donde ya existía una cultura previamente a su llegada y una cultura y costumbres que no deben pretender cambiar.
Me remito a las declaraciones que hizo el primer ministro australiano sobre la inmigración a su pais.